"Nadie necesita una película que le diga por qué Trump es un gigantesco pedazo de mierda y una persona horrible", explicó el documentalista.
AP.
NUEVA YORK.- Hace un par de días el documentalista estadounidense Michael Moore anunció que estrenaría en una sala de cine de Nueva York un documental "sorpresa" sobre Donald Trump, "Michael Moore in TrumpLand". Dado que el realizador es un claro opositor al republicano, se especuló que la cinta atacaría la imagen del candidato a la presidencia.No obstante, el ganador del Oscar por "Bowling for Columbine" optó por una estrategia distinta.
"Quería hacer algo subversivo, algo que nadie esperara", explicó el cineasta. "Nadie necesita una película que le diga por qué Trump es un gigantesco pedazo de mierda y una persona horrible. Por eso, la gente no ve un documental: ya sabe lo que la película va a decirles", contó.
Moore no increpó a su objeto de estudio, sino que él mismo asumió el papel protagónico. Para rodar la cinta, el documentalista de 62 años, invitó a unos 700 espectadores al teatro en Wilmington, el bastión de Trump en Ohio, para explicarles durante una hora qué es lo que valora de Hillary Clinton. Al contrario de la golpiza en que se ha convertido la campaña electoral, Moore no se centra en subrayar los errores de su oponente, sino en destacar las virtudes de su favorita.
Moore alentó al público a señalar las cosas positivas de Clinton. "Lo que siempre han temido", les dijo a los simpatizantes de Trump, "no lleva vestido ni traje pantalón". Por supuesto, Moore se permitió hacer un par de chistes a costa de Trump. Así, a los hispanos de la sala los puso en una esquina, separados del espectáculo por un muro, y a los musulmanes en otro rincón, videovigilados por un pequeño drone.
Trump, advirtió Moore, es un "cocktail molotov" humano, una granada lanzada por la ira de la penosa situación del país. De salir elegido presidente sería como el referendum del "Brexit": al principio, algunos se sentirían bien, pero después llegaría la resaca.
"Quería hacer algo subversivo, algo que nadie esperara"
Michael Moore
El ácido cineasta no criticó al empresario. No hay ningún discurso incendiario, pero sí halagos a Hillary Clinton.
Queda por ver si la película, producida en sólo 12 días y a falta de tres semanas para los comicios, logrará influir en el resultado. Unos 40 cines van a exhibirla en Estados Unidos.
Pero para los votantes decididos de Trump, el nombre de Moore, que ya arremetió contra el ex presidente George W. Bush, ya suena a herejía. En caso de que Trump gane o Clinton no cumpla sus promesas, el cineasta tiene previsto un plan, y seguramente nueva película: dijo que en 2020 él mismo se presentará como candidato.
