Anne Hathaway en su llegada a la fiesta que realiza todos los años la revista Vanity Fair después de la premiación.
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SANTIAGO.- Está claro que los premios Oscar son los más codiciados y prestigiosos de la industria cinematográfica. Es por ello que año a año son varios los actores, directores, productores y todos aquellos que trabajan en el cine que intentan obtener uno, y lograrlo es considerado todo un honor. Sin embargo, no todos parecen tomarlo de esa forma.
Es el caso de Anne Hathaway, quien obtuvo la estatuilla dorada en 2013 por interpretar a Fantine en "Los miserables". En una reciente entrevista con The Guardian, la actriz recordó el momento en que recibió el galardón y aseguró que no fue algo feliz para ella.
"Me sentí muy incómoda. Como que perdí mi cabeza haciendo esa película y todavía no me recuperaba", aseguró Hathaway, al recordar lo que le significó prepararse para el papel, como bajar de peso y cortarse el cabello.
"Tuve que ponerme de pie delante de la gente y sentir algo que no sentía, que era la felicidad sin complicaciones. Es una cosa obvia, uno gana un Oscar y se supone que debe ser feliz. No me sentí de esa manera", afirmó.
Según explicó, incluso se sintió culpable del vestido Prada que lució aquella noche. "Costaba más de lo que algunas personas obtienen en su vida, y ganar un por interpretar el dolor que sentía que formaba parte de nuestra experiencia colectiva como seres humanos", aseguró.
"Traté de fingir que estaba feliz. Esa es la verdad y lo que pasó. Es un asco. Pero lo que aprendes con ello es que sólo sientes que te vas a morir de vergüenza, pero no te mueres de verdad", agregó.