Black Sabbath se despedirá este sábado 19 de noviembre de Chile.
El MercurioLa primera vez que Black Sabbaat dio un concierto fue en 1969 en Hamburgo, y como es de esperar, no fue algo común. Resulta que Tony Iommy subió con una flauta al escenario e intentó hacerla sonar, pero los efectos de los sicotrópicos que había consumido hizo que soplara el micrófono en vez de la flauta. No fue hasta que Ozzy Osbourne puso un espejo en frente de él cuando se dio cuenta.
El primer disco de Black Sabbath no sólo da de qué hablar por sus canciones, sino que también por la tétrica caratula que el álbum posee. En ella aparece la figura desdibujada de una mujer vestida de negro con un gato en sus manos afuera de una casa que pareciera estar abandonada. Según varios reportes documentados hubo adolescentes que no pudieron dormir por verla. Incluso, James Hetfield de Metallica confesó que le produjo pesadillas y terror.
Aunque sea difícil de creer, cuando el grupo se encontraba grabando el disco "Heaven & Hell", Tony Iommy le preguntó a Bill Ward si podía prenderle fuego. El baterista accedió a la petición, por lo que su compañero roció sobre él bencina y le prendió fuego. Según recuerda Iommy, no pudo ayudarlo al ver que se encendió, "porque no podía parar de reírme". Como resultado, Ward sufrió quemaduras de tercer grado e Iommy jamás volvió a hacer una petición de ese estilo.
Muchas veces, Black Sabbath ha sido asociado al satanismo, por sus canciones. Sin embargo, el grupo jamás creyó que aquella identificación iba a atraer a una secta. Así es, una noche después de un concierto, cuando la banda regresó al hotel en que se hospedaban, se llevaron una sorpresa al ver varias personas en el pasillo con capas negras, sentados en el suelo y con velas en sus manos, a la vez que cantaban extraños himnos. La idea de ellos era que Black Sabbath los guiara, pero lo único que consiguieron fue que Ozzy Osbourne apagara las velas orinando sobre ellos y cantándoles "Cumpleaños feliz".
Hasta hoy en día los integrantes de Black Sabbath cuentan una historia que aseguran ser cierta. Cuando grababan el disco "Sabbath Bloody Sabbath" en el castillo Clearwell, los músicos vieron a una persona desconocida caminando por el lugar. Cuando lo siguieron, vieron cómo entró a una habitación que estaba cerrada desde adentro.