Juan Eduardo López, El Mercurio.
SANTIAGO.- Aunque han pasado cuatro años desde el debut de Garbage en Chile, la relación de la banda que saltó a la fama en los años noventa con Shirley Manson como rostro más reconocible, mantiene un firme lazo con sus fans locales.
Unas 1800 personas llegaron al Teatro Caupolicán en la primera de dos presentaciones que el grupo estadounidense-escocés hará en Santiago por su gira promocional para el disco Strange Little Birds. Y aunque el local era bastante más grande que la cantidad de asistentes (debido a que se cambió la locación original desde el más pequeño Teatro Coliseo) el público se encargó de hacer sentir su presencia.
El concierto, que no contó con su célebre baterista Butch Vig debido a una severa sinusitis, partió a las 21:20 horas con "Supervixen". Luego siguió con canciones de los años noventa como "I think I'm Paranoid" y "Stupid Girl" que inmediatamente hicieron reaccionar, cantar y bailar a los espectadores.
Si bien, y tal como Manson adelantó en entrevista con Emol, el grupo mostró canciones de sus seis discos de estudio y esto implicó dejar conocidos singles fuera, el público su mantuvo respetuoso y participativo. A cambio, Manson se mostró agradecida con los asistentes y teorizó explicando la cercana relación debido a que tienen historias compartidas.
Tras tocar "Why do you Love Me?" y "Night Drive Loneliness" y antes de "Bleed Like Me", la cantante hizo gala de su fama de feminista y habló contra la sociedad que hace sentir menos a las mujeres que no son tradicionalmente bellas, o a hombres que no cumplen con ciertas características corporales para terminar diciendo: "No necesitan ser perfectos", dijo ante los aplausos de los asistentes.
Ya hacia el final del set, la banda que en todo momento mostró su oficio al momento de mostrar sofisticadas canciones pop, se escucharon temas como "Only Happy When it Rains", "Push it", "Empty" —el más aplaudido de los singles nuevos— y "Cherry Lips (Go Baby Go!)", que cerró una noche de buena música y un poco de nostalgia.