SANTIAGO.- Cuando en mayo pasado llegó a las librerías la novela "Las Cenizas del Juramento", los lectores descubrieron el sorprendente y peligroso mundo de la República de los Cuatro Vientos, donde las vidas de Tahmuz, un joven huérfano; y Tarian, el nieto del agonizante príncipe Laorias, sufrieron radicales transformaciones.
Ahora, después de sangrientas batallas e importantes revelaciones, ambos jóvenes buscan lo mismo: sacar del trono al general Galkirion. Pero para eso deberán enfrentar nuevos retos que pondrán a prueba su valentía y conocimientos.
Esto es solo parte de la trama de "El Príncipe de los Cuatro Vientos" (Montena, $ 14.000), del escritor nacional Joseph Michael Brennan, seudónimo de Exequiel Monge, licenciado en Historia y magíster en Lengua y Literatura Irlandesa Medieval.
Monge, quien actualmente trabaja en su doctorado de Estudios Célticos en la Universidad de Galway (Irlanda), se encuentra en Chile para la presentación de "El Príncipe de los Cuatro Vientos" el lunes 19 de diciembre, a las 18:30 horas, en Casa O Lastarria (Villavicencio 395, Santiago), que estará a cargo de la escritora Camila Valenzuela y el booktuber Ignacio Rebolledo.
¿Con qué se encontrarán los lectores de la saga al leer "El Príncipe de los Cuatro Vientos"?
-Con una historia que ya va en marcha. "Las Cenizas del Juramento" tenía que presentar al elenco de personajes y darle al lector un sentido del mundo en que ambiento mis historias. "El Príncipe de los Cuatro Vientos" empieza, transcurre y termina con una velocidad e intensidad enormes. Los personajes que ya conocemos ahora son parte de la gran trama política de la Guerra de los Hombres Libres: aunque sean jóvenes, se les pide mucho más. Por otra parte, el nuevo libro introduce el ángulo de los antagonistas. Finalmente llegaremos a encontrarnos con el general Galkirion, pero más aún, nos adentraremos en la civilización de origen de "la Bestia" a través de la historia de su sobrino, el joven Ataru, que vive su propio drama personal.
Gran parte de la trama se estructura a partir de la amistad entre los jóvenes Tahmuz y Tarian. ¿Cuán importante es en tus novelas el proceso de crecimiento y aprendizaje de tus personajes?
-Es muy importante, siempre que entendamos este crecimiento como una maduración de ciertos rasgos de carácter que ya estaban presentes. Me gustan las promesas que se cumplen, las historias que concluyen: es el mismo Tahmuz, es el mismo Tarian, solo que sus circunstancias han cambiado y les han exigido más. Tarian es ahora el Príncipe, y carga efectivamente con una enorme responsabilidad, pero no quiere dejar que el "carisma del trono" le quite su inocencia, su fuerte idealismo. Lo mismo con Tahmuz, mientras profundiza en los misterios del Juramento.
El general Galkirion es el gran villano de tu saga. ¿Te inspiraste en alguna figura en particular?
-Es difícil responder a esta pregunta sin soltar spoilers importantes. Indudablemente, Galkirion tiene mucho de Tywin Lannister en su apariencia y en su actitud, pero esto se debe a una referencia común a líderes italianos del Renacimiento, como los Borgia, los Sforza o los Malatesta: el genio estratega, el gobernante autoritario y despiadado, la encarnación del ideal maquiavélico. Pero hay mucho más en este personaje, como descubrirán los lectores.
¿Crees que el género de fantasía épica se ha visto revitalizado por el llamado "efecto Game of Thrones"?
-"Game of Thrones" ha contribuido más que cualquier otra serie o película a sacar la fantasía de la periferia y ponerla en el centro de la cultura popular. Ver GoT es "confesable", igual que haber visto "Lost" o "Breaking Bad". Antes no era así: ser fan de "Star Wars", "El Señor de los Anillos" o "Harry Potter" era ser un poco nerd. En ese sentido, Martin abrió el mercado, y esto ha motivado a las editoriales a darle una oportunidad a nuevos y excelentes autores de fantasía, buscando "al próximo Martin".
En ese contexto, ¿has considerado escribir una novela o saga para público más adulto?
-Yo no creo que la fantasía sea literatura juvenil, como Tolkien tampoco lo creía. La fantasía, heredera del mito y la leyenda, ha sido abandonada por los lectores adultos porque la adultez ha cambiado en los últimos cien años de la humanidad: nos hemos vuelto cínicos y pedantes, y la propuesta tan honesta de lo fantástico y lo épico nos va a contrapelo. Yo escribo fantasía, para quien sea que la quiera leer, y francamente no sé si —como escritor— tengo otra vocación, o algo diferente que ofrecer.
"Las Cenizas del Juramento", la primera entrega de tu saga, se publicó en mayo pasado y ahora la segunda parte llega a librerías. ¿Cuándo estará terminada la última novela?
-Dentro de 2017. No puedo comprometer más precisión que esa, porque tengo la responsabilidad de completar mi doctorado en Irlanda.
Y considerando el amplio y complejo universo literario que has creado, ¿te interesaría volver a él a través de algún spin-off o precuela, por ejemplo?
-Me gustaría mucho: algunos lectores me han dicho que querrían tener en sus manos "El Testigo", un libro que aparece en mi saga, y que cuenta las aventuras de los antiguos guerreros del Juramento. También el nuevo mundo que aparece en "El Príncipe de los Cuatro Vientos", el imperio selvático de los Asuranna, ha concitado enorme interés, y es un semillero de historias. Pero, si puedo ser honesto, lo que más me ilusiona es prestar mi universo para que otros creadores lo visiten: me encantaría leer fanfics basados en mis libros, o saber que hay gente ambientando sus partidas de rol en la República de los Cuatro Vientos.
