El canadiense de 49 años empezó su carrera hace más de dos décadas en su país, con producciones de bajo presupuesto. Sus historias se caracterizan por el planteamiento de cuestionamientos morales, los cuales en muchos casos se enfrentan a hechos delictivos. Este es el caso de "Polytechnique", cinta inspirada en un atentado efectuado en 1989 en un colegio de Montreal; de "Prisioneros", sobre un padre desesperado por hacer justicia tras el secuestro de su hija; y de la genial "Sicario", la cual expone la guerra narco mexicana desde el punto de vista de una idealista agente del FBI.
El director es nominado por primera vez al trofeo de la Academia con "La llegada", su cuarta película en Hollywood. La premisa inicial de esta cinta muestra a una lingüista (Amy Adams) que es fichada por la Nasa para comunicarse con alienígenas en medio de una "invasión" extraterrestre en distintos puntos de la Tierra. Lo anterior gatilla una importante consecuencia en el modo en que la protagonista concibe su propia realidad.
El neoyorkino podría alzar su segundo Oscar a Mejor Director luego de ganar el trofeo en 1996 por "Corazón Valiente". En su trabajo tras cámaras, el actor tiene facilidad para narrar emotivas historias bélicas, como demostró en la cinta basada en la biografía de William Wallace y también en "Apocalypto". Gibson volvió a ocupar la silla de director luego de una década, y tras enfrentar un periodo de mala racha en su vida personal y profesional. El actor fue cuestionado por emitir declaraciones antisemitas y protagonizar una serie de conflictos con su ex pareja, la rusa Oksana Griegorieva.
El proyecto que revitalizó al cineasta, "Hasta el último hombre", se centra en la verdadera historia de Desmond Doss (Andrew Garfield), un estadounidense religioso que se enlistó voluntariamente como soldado durante la Segunda Guerra Mundial, pero que se negó a utilizar armas. Su objetivo era salvar las vidas de quienes resultaban heridos en combate, no asesinar a los enemigos.
Con sólo 31 años y tres largometrajes en su filmografía, Damien Chazelle es el prodigio de Hollywood. El estadounidense postula a su primer Oscar a Mejor Director luego de haberse dado a conocer con el tenso drama "Whiplash", en 2014. En aquella cinta, el realizador retrató la desgastante experiencia de un joven baterista de conservatorio (Milles Teller) al ser fichado por un profesor maltratador (J.K. Simmons) para su prestigiosa banda. Con esta película, Chazelle se presentó al mundo como un cineasta capaz de construir relatos sólidos cargados de tensión.
El director corre como favorito para alzar el Oscar gracias al musical "La La Land", el cual también escribió. La cinta sigue la historia de amor de una aspirante a actriz (Emma Stone) con una jazzista(Ryan Gosling) en Los Angeles. El filme rinde homenaje a los musicales de mediados del siglo XX a través de una cuidada dirección de arte y de numerosos códigos estéticos.
El neoyorkino ha desarrollado una destacada carrera como dramaturgo y escritor. Entre sus créditos como guionista se destacan "Analízame" (1999), "Puedes contar conmigo" (2000) y "Pandillas de Nueva York" (2002). Por estas dos últimas fue nominado al Oscar en categoría Mejor guión y Mejor guión adaptado, respectivamente. Con la primera, además, debutó como realizador. Lonergan es capaz de pasear por distintos géneros con buenos resultados, pero sin dudas es el drama el que se le da mejor.
La Academia nominó por primera vez a Lonergan en la categoría Mejor Director por su trabajo en "Manchester junto al mar". La producción muestra las disyuntivas que experimenta un hombre (Casey Affleck) cuando muere su hermano y debe asumir la tuición de su sobrino adolescente (Lucas Hedges). Lo anterior lo lleva a reencontrarse con su ex esposa (Michelle Williams) y su pasado en un pueblo natal que había dejado en el olvido.
El oriundo de Miami ha forjado una carrera como director, guionista y productor de películas independientes y de bajo presupuesto. En sus 14 años de trayectoria ha realizado cinco cortos y sólo dos largometrajes: "Medicine for Melancholy" (2008) y la nominada al Oscar "Luz de luna" ("Moonlight"). Jenkins se caracteriza por la realización de dramas que hablan de minorias raciales y sexuales, tópicos que están presentes en la cinta que compite este año al trofeo de la Academia.
En "Luz de Luna", el cineasta expone el descubrimiento sexual de un hombre afroamericano en tres etapas de su vida, en un sector marginal y hostil de Miami.