Nestor Cantillana, Marcial Tagle y Roberto Farías encarnan a los organizadores del Mundial del 62 Juan Pinto Durán, Carlos Dittborn y Ernesto Alvear, respectivamente.
TVN
SANTIAGO.- Chile, 1956. Un alza en la inflación generó el descontento en la población contra el Gobierno de Carlos Ibáñez del Campo y una serie de implementaciones para revertir la situación económica. Sin embargo, cruzando el Atlántico, dos chilenos buscaban que el país reluciera su nombre para convertirse en la próxima sede del Mundial de Fútbol.
El presidente, en ese entonces, de la Confederación Sudamericana del balompié, Carlos Dittborn (Marcial Tagle), junto al abogado Juan Pinto Durán (Nestor Cantillana) se enfrentaban en el Congreso de la FIFA en Lisboa, Portugal, a un empoderado representante de Argentina (Willy Semler) que anhelaba el mismo sueño. "Lo tenemos todo", dice el trasandino con seguridad.
A diferencia de que el país vecino aseguraba "tener todo", Chile no "tenía nada". Bajo ese discurso, el ex presidente del equipo Universidad Católica logró convencer a los asistentes para que el país albergara el torneo en 1962. "Ya que no tenemos nada, lo queremos todo", finaliza Dittborn.
Al son de Los Ramblers y su emblemática canción realizada para la competencia, TVN estrenó el primer capítulo de la miniserie "62 Historia de un mundial", nueva producción que constará de cuatro capítulos y que se emitirá los domingos en el horario prime.
Como el nombre del episodio lo dice, —"Lo queremos todo"— la ficción muestra las ambiciones de Dittborn, Durán y Ernesto Alvear (Roberto Farías) y Juan Goñi (Juan Pablo Ogalde) por lograr un gran evento deportivo. El alto gasto que tendría que proporcionar el Estado se manifestaría en la renovación del Estadio Nacional, la creación de una Villa Olímpica en Ñuñoa y otras exigencias que surgirían en el camino.
Sin embargo, en medio de las gestiones y tras un deficiente rendimiento de Chile en el Campeonato Sudamericano que se disputó en Lima en 1957, el comité organizador comienza una búsqueda para sacar a José Salerno (Erto Pantoja) de la dirección de la selección.
Con el fin de "profesionalizar" al plantel, Dittborn decide fichar al ex futbolista Fernando Riera (Daniel Muñoz), un hombre de carácter que plantea varias exigencias ante sus empleadores. Una de ellas es la construcción de un centro deportivo, para dejar de entrenar en una simple cancha. "Somos un país de obreros y esa va a ser nuestra arma, el trabajo", dice el nuevo dirigente a sus jugadores, comparándose con otras selecciones del mundo.
El matrimonio entre Carlos y su esposa también es retratado en la miniserie. Juana Bravo (Paola Giannini) se muestra como una mujer participativa, pero que se enfrenta al descuido de su marido por los preparativos del mundial.
El primer capítulo finalizó con la muerte de Juan Pinto Durán producto de un accidente automovilístico, quien en la vida real falleció en noviembre de 1957 a los 44 años.