Ricardo Darín interpreta al Presidente de Argentina en "La cordillera".
Warner Bros. Pictures
SANTIAGO.- Para Santiago Mitre su reciente película "La cordillera" (2017) es casi chilena. Cuenta con varias figuras nacionales en su reparto y, además, grabó en gran parte el filme en territorio nacional. Por lo mismo, fue un agrado para él que su nuevo proyecto debutara en el país inaugurando la décimo tercera edición del Sanfic.
Estrenada hace una semana en Argentina, la cinta llega a los cines locales hoy, en medio de una cobertura que tuvo al director y a la actriz Dolores Fonzi ("La patota") en Chile esta semana.
"La película es tan chilena como argentina"
Santiago Mitre
"Estoy muy contento.
Que se estrene casi en simultáneo en Chile para mí es ideal, digamos, la película es tan chilena como argentina, en muchos sentidos, por el elenco y porque transcurre toda en Chile. Se grabó en gran porcentaje acá", señaló Mitre en conversación con
Emol.
"Sanfic es un festival que está cobrando una importancia enorme, dentro de Chile y del mundo, así que como plataforma de lanzamiento de la película, que nos hayan dado la apertura es un gran orgullo y espero que ayude a generar interés en la película", añadió.
Una pieza cinematográfica inusual
Pese a que "La cordillera" define de manera correcta sus arcos argumentales, la historia coescrita por Mitre y Mariano Llinás emprende un camino entre intrigas políticas y un mundo fantástico que confunde. Este elemento es algo que el cineasta encontró junto a su colega guionista para darle sentido a la película.
El filme distribuido por Warner Bros. y protagonizado por Ricardo Darín ("El secreto de sus ojos"), Érica Rivas ("Relatos salvajes") y Dolores Fonzi, se adentra en la experiencia del Presidente argentino Hernán Blanco (Darín), un hombre con un pasado tan simple como dudoso, que asiste a una cumbre económica de líderes latinoamericanos en Chile.
En el lugar, el mandatario deberá hacer frente a las presiones políticas para la conformación de una alianza petrolera en la región, mientras lidia con un escándalo que podría explotar en su país y con la llegada de su inestable hija, Marina (Fonzi).
"Es de un orden más extraño, fantástico, metafísico o macabro en un sentido. Y en eso, es cuando yo siento que la película se va volviendo mucho más inquietante y más interesante"
Santiago Mitre
"
(La cinta) Trabaja como una especie de género mutante o es un poco híbrida en cuanto a su trabajo de género, y es parte de la esencia del proyecto. Cuando con Mariano Llinás empezamos a trabajar la idea del Presidente en una cumbre de presidentes, y apareció la posibilidad de incluirle un elemento fantástico, eso nos terminó de ordenar la película, como una cinta que avanza en un territorio más de thriller, de intrigas palaciegas, se negocia y se construye poder entre naciones dentro de una cumbre y luego aparece el personaje de la hija, que viene a traer un poco un suspenso de otro orden", sostuvo.
"(Es) de un orden más extraño, fantástico, metafísico o macabro en un sentido. Y en eso, es cuando yo siento que la película se va volviendo mucho más inquietante y más interesante. Yo siento que ese es el corazón de ella, esa transformación, que remite casi a una iconografía de películas de terror en un punto", agregó el director.
De esta forma es como Mitre junto a su equipo se dio cuenta que el desarrollo del proyecto no seguía tanto los parámetros del thriller, sino que de un filme de horror psicológico. "Yo me di cuenta cuando estábamos armando la puesta en escena con Javier Juliá, el fotógrafo, y Sebastián Orgambide (director de arte), muchas veces nuestros materiales de consulta no eran ya películas que trabajaban en lo político, sino que películas que hayan trabajado el terror o ciertas formas de el terror, entonces quedó así y es a mí lo que me gusta. Es como una película escondida dentro de otra".