SANTIAGO.- Con la complejidad que siempre trae la adaptación de un libro, Warner Bros. quiso arriesgarse con una historia del maestro del terror de la literatura, Stephen King, y le dio rienda suelta a una nueva versión de "It" (1986), libro que en 1990 fue llevado a la televisión en un telefilme que marcó a una generación.
A diferencia de esa ocasión, el estudio separó la trama —de una novela que en su versión de habla no inglesa supera las 1.500 páginas— en dos capítulos, siendo el primero el que llega a los cines como
"It (Eso)" este jueves.
El argentino Andrés "Andy" Muschietti ("Mamá", 2008) se hizo cargo de esta adaptación llena de mensajes sobre lo que es la infancia y la adultez, incluso más que la propia novela de King, pero con el latente y macabro giro sobrenatural de la figura de "Eso" ("It", en ingles).
Centrado sólo en la pandilla de "Los perdedores" en su versión infantil, el filme se ambienta en la ciudad de Derry, Maine, en 1989, cuando comienzan a suceder extraños sucesos en la localidad y que involucra la desaparición de niños.
Uno de ellos es el pequeño Georgie Denbrough (Jackson Robert Scott), quien tras salir en pleno diluvio a jugar con un barco de papel, no regresa a su hogar. El responsable de esto: Pennywise, el payaso bailarín, interpretado por Bill Skarsgård ("Hemlock Grove").
Meses después, con el inicio del verano, el tartamudo Bill Denbrough —hermano mayor de Georgie— está empeñado en encontrar al pequeño, a lo que se suman sus amigos: Richie (Finn Wolfhard, "Stranger Things"), Eddie (Jack Dylan Grazer) y Stanley (Wyatt Oleff). Juntos, en medio de una ciudad en que los adultos parecen ser entes sin alma y convicción, se adentran en la búsqueda del menor.
En el proceso, se suman al grupo la atrevida Beverly (Sophia Lillis), Ben (Jeremy Ray Taylor) y Mike (Chosen Jacobs). Todos tienen su momento con Eso, sea cual sea su forma, ya que se transforma en lo que más temen de cada uno. Ante esto, y al darse cuenta que la aparición del payaso tiene relación a un patrón en el tiempo, los protagonistas de manera intrépida buscan detener al ente en su hambre por la carne de niños y el hedor del miedo.
Muschietti le dio parte de su interpretación a la película, con guiños al terror de "Pesadilla" (1984), pero de una nobleza y en un contexto que recuerda al drama de 1986 "Cuenta conmigo". En parte, cuesta separar un poco las similitudes con "Stranger Things" —no ayuda mucho la aparición de Finn Wolfhard, Mike Wheeler en la serie de Netflix—, pero tiene su sello, marcado por la brutalidad explícita de lo que significa crecer.
Y eso es "It", el comienzo de un cuento de la traumática experiencia que significa abandonar la infancia y cómo puede marcarte a través del tiempo. "Eso" representa violentamente los tormentos de los marginados, porque apunta a ellos como los débiles. Sin embargo, como cliché de la vida misma, en la unión está la fuerza.
La cinta entretiene de principio a fin, en sus 135 minutos de extensión, con actuaciones frescas y divertidas de parte del elenco infantil, y un poco reconocible Bill Skarsgård hace lo suyo como el terrorífico Pennywise. La ausencia de adultos tiene su trasfondo, y los pocos que aparecen son tan escalofriantes como el mismo payaso.
Quizás un guiño al grupo de niños 27 años después podría haber sido correcto para dar pie al segundo capítulo del filme, pero como espectador se agradece la incertidumbre, porque aumenta las expectativas pese a que sea riesgoso.
"It (Eso)" se atreve más que el telefilme de 1990, y los tiempos lo justifican. Pero más allá de eso, es una película que fuera de generar miedo —que lo hace— deja las puertas abiertas para la interpretación, con un personaje tan violento como emblemático, y en un contexto en el que tiene sentido temerle a la adultez.