El músico falleció el 18 de mayo de este año.
El Mercurio
SANTIAGO.- La intención no era ser parte de las llamadas "pildoritas" de la primera vuelta del domingo 19 de noviembre. En lo absoluto. Detrás no había ningún afán de acaparar la atención ni de periodistas ni de gráficos, pero las cámaras inevitablemente llegaron a ese lugar, captaron la imagen y el sitio se convirtió en una de las postales más llamativas de ese día, al menos para los amantes del rock.
Los votantes que acudieron a emitir su sufragio a la sala 1 del Liceo 7 José Toribio Medina de Ñuñoa, al levantar la vista sobre la puerta se dieron cuenta que llevaba el nombre del fallecido líder de Soundgarden y Audioslave, Chris Cornell.
Por las redes sociales comenzaron a circular un par de fotografías con la fachada del salón de clases del establecimiento de avenida Irarrázaval, pero la idea de llamarlo así no fue antojadiza.
Detrás de ella hay un responsable, un joven de 19 años que hace una semana egresó de cuarto medio y que desde hace unos meses estaba impulsando un proyecto al interior de su colegio para que cada aula llevara un nombre en particular.
"A mí se me ocurrió el tema de hacer todo un proyecto de bautizar las salas, porque todas las del liceo estaban en proceso de que cada una tuvieran un nombre", relata a
Emol Dario Di Fiore, que está próximo a rendir la PSU el 27 y 28 de noviembre.
Pero antes de tomar brocha y tarro de pintura para escribir él mismo el nombre del rockero, Di Fiore se acercó personalmente al director del establecimiento para comentarle de su simpática propuesta y lograr así autorización. "A él le gustó mucho la idea", sostiene.
Con el permiso del jefe del colegio, Dario se puso a trabajar pero antes, de manera democrática, realizó un sondeo para barajar posibles opciones de celebridades a homenajear. "La consulta de qué nombre llevaría cada sala se la hicimos a los profesores. Cada profe eligió el nombre que quería para su sala".
La "Sala Chris Cornell" pertenece a la asignatura de inglés y una de las docentes que imparte este ramo es la profesora Claudia Barahona. Dario dice que "ella eligió el (nombre) de Chris Cornell porque aportaba mucho por dónde venía y porque ella enseñaba el ramo de la lengua que él hablaba".
"A mi profesora le gusta mucho la música que me gusta a mí, el grunge y el rock en general. Ella quería nombrar la sala Eddie Vedder y lo que pasó es que, después de la muerte de Chris Cornell, toda la gente comenzó a hablar del tema. Un día me acerqué a la profesora y entre los dos acordamos llamarla así. Y ahí quedó".
"Me marcó la muerte de Chris Cornell porque ocurrió de un día para otro. Aparte, la profe es muy fanática de Pearl Jam y Soundgarden, sus dos bandas favoritas. De ahí vino todo", suma el joven.
Así como hay un salón de clases en memoria del también ex cantante de Temple of Dog, también hay otras figuras de fama e importancia mundial que fueron recordados en el Liceo 7 de Ñuñoa.
"La sala 20 de Física, se llama Newton. La de al lado, que es la 21, es la de Química y se llama Heisenberg, por el personaje de 'Breaking Bad' y la sala 29 de Lenguaje lleva el nombre de J.J.R. Tolkien, el autor de 'El señor de los anillos' y 'El Hobbit'", finaliza.
