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SANTIAGO.- Un recorrido por el
Cementerio Santa Inés, en
Viña del Mar, es una buena muestra de los estilos arquitectónicos y símbolos funerarios característicos desde la primera mitad del siglo XX hasta hoy.
En los mausoleos, que en su mayoría fueron diseñados por arquitectos e ingenieros que habitaron en Viña del Mar al rededor de 1930, se encuentran sepultados, por ejemplo, Manuel Ossa, Dr. Gustavo Fricke, el creador del Museo Fonck y otros reconocidos personajes, empresarios, artistas y políticos de la Ciudad Jardín.
Por su importancia histórica, fue declarado Monumento Nacional. Las gestiones para que esto se hiciera efectivo vinieron por parte de la Municipalidad de Viña del Mar, que presentó al Consejo de Monumentos Nacionales un informe con los aspectos culturales y patrimoniales que hacen destacable al Cementerio Santa Inés.
"Es una gran alegría para mí como Alcaldesa de Viña del Mar que nuestra ciudad sume otro Monumento Nacional haciendo con esto un aporte al país", afirmó Virginia Reginatto.
La creación de la necrópolis se vio impulsada por el terremoto de 1906 y el primer entierro data de 1914. Durante algunos años, desde 1973, recibió los restos del ex presidente Salvador Allende en la tumba del alcalde Eduardo Grove. En 1990 finalmente fueron trasladados al Cementerio General en Santiago.
Se espera que el decreto que oficializa el nombramiento llegue en los primeros meses de 2018.
