SANTIAGO.- "Una coreografía perfecta", así define el muralista
Dasic Fernández el proceso de pintar el
Paseo Bandera, una calle peatonal en pleno corazón de Santiago que desborda color a lo largo de
3 mil metros cuadrados. El paseo combina un enorme mural en el suelo con un mobiliario diseñado especialmente para el encuentro entre los ciudadanos.
"Para los que creemos en el arte y en su poder de influenciar el humor de las personas, este tipo de iniciativas son importantes porque causan efectos positivos en la población y además, todos pueden apreciarlo sin tener que concurrir a un museo", dice el artista que actualmente reside entre Santiago y Nueva York.
La obra, que se extiende sobre la calle Bandera, entre Moneda y Compañía de Jesús, fue creada por Fernández y el arquitecto Juan Carlos López, por encargo de la Municipalidad de Santiago. El edil explica que el objetivo de este proyecto es "devolver la ciudad a los peatones, hacer una ciudad más amable. Soñábamos con el proyecto de recuperar Bandera, que había estado cerrada por casi 5 años por trabajos del Metro", explica el alcalde de Santiago Felipe Alessandri.
El artista a cargo dice que el Paseo Bandera "se puede entender como un tejido geométrico que se construye en la medida que el transeúnte avanza", explica el pintor. "Del tejido pintado nacen las sillas, mesas y terrazas", agrega.
El nuevo paseo peatonal está dividido en tres tramos, cada uno creado bajo un concepto diferente. El primero, entre Moneda y Agustinas, se planteó como "conexión social", donde el mobiliario invita a que la gente comparta. "La pintura propone anamorfismos, que son figuras que solo pueden ser vistas en su totalidad desde un punto de fuga específico", explica el pintor. "Esta cuadra tiene tres anamorfismos, compuestos de esferas y paralelepípedos, las que van acompañados de mobiliario en las mismas formas", añade.
El segundo, entre Agustinas y Huérfanos, es de "sustentabilidad", y cuenta con un árbol que se ilumina a través de paneles solares, zonas de descanso y un gran bicicletero. El último tramo, en tanto, entre Moneda y Compañía de Jesús, se armará en base al concepto de "patrimonio", para complementarse con la presencia del Museo Precolombino. Este tramo aún no está listo y está a la espera de financiamiento.
"Se batieron varios récord en el proceso de pintado", dice Dasic Fernández. "Pintar asfalto es muy complejo porque está hecho de productos químicos que reaccionan, se dilatan y contraen con los cambios de temperatura", dice.
El artista explica que tuvieron que preparar la calle con un producto que deja un margen de 12 horas para pintar encima, para lo que tuvieron que trabajar 20 artistas al unísono. "Fue todo pintado a pulso, es un trabajo absolutamente artesanal", explica. Además indica que el material utilizado es una pintura de alto tránsito, similar a la que se utiliza en los estacionamientos. En un mes se pintaron los 3 mil metros cuadrados.
Para prevenir el desgaste y los rayados, López y Fernández —quienes conforman el Estudio Victoria— se preocuparon de trabajar en base a pintura con protección antigraffiti, es decir, que se puede lavar.
El financiamiento vino por parte de la Municipalidad de Santiago, Banco Santander y la cerveza danesa Carlsberg. El monto específico no se le fue revelado a Emol, pero Estudio Victoria dice que dará la cifra prontamente.
Un punto importante a tener en cuenta es que el Paseo Bandera es reversible y la calle todavía puede volver a ser de tránsito vehicular. Así, la permanencia de la obra se evaluará dentro de tres meses, según cuán positiva haya sido la recepción del público.
"Cuando nos plantean el proyecto dicen que puede permanecer de 7 a 11 meses", explica el muralista. "Pero este encargo ha ido variando y creo que la gente ya imagina que va a durar un poco más del tiempo planteado", asegura.