SANTIAGO.- "Como cortarme las manos". Así definió
Nicanor Parra la sensación de enterarse de que numerosas obras, borradores y anotaciones privadas suyas le habían sido sustraídas y estaban siendo comercializadas o retenidas por desconocidos.
Su familia más cercana, en colaboración con el abogado
Luis Valentín Ferrada, dio un plazo para entregar los objetos robados de forma anónima y voluntaria. Pero ese plazo ha terminado y hoy al mediodía se dirigieron al
8° Juzgado de Garantía para presentar una querella, según informa
La Segunda.
Los querellantes son su hija
Colombina y su nieto
"Tololo" Ugarte, quienes indican en el documento que Nicanor Parra "ha sido víctima durante el último tiempo de la sustracción o apropiación indebida de la mayor parte de sus obras literarias". Aunque se advierte que la querella recaerá "en contra de todos los responsables, tanto en calidad de autores, cómplices o encubridores", solo una persona fue individualizada con nombre y apellido: el biblióflio
César Soto.
Soto afirmó en 2016 tener la colección más grande de inéditos de Nicanor Parra: el poemario nunca publicado "Simbad el marino" (1939), fue una de las obras mencionadas, por ejemplo. El bibliófilo y coleccionista ha dicho que guarda los documentos que resguardan la propiedad lícita de estas obras, y que por eso no las ha devuelto. Otro que podría ser involucrado es Juan de Dios "Barraco" Parra, quien al parecer fue responsable de vender algunos cuadernos.
Entre las medidas que se exigen está la incautación de las obras del antipoeta.