SANTIAGO.- Como un caso legal "realmente extraño" y "como un circo", describió el abogado del condado de Kern el conflicto que se desató entre tres personas por el cuerpo de
Charles Manson, quien falleció en esa localidad el pasado
20 de noviembre.
El reconocido líder de culto, que incitó el asesinato de Sharon Tate y una serie de crueles homicidios, murió a los 83 años de un paro cardíaco, luego de haber pasado casi cinco décadas tras las rejas cumpliendo la condena de cadena perpetua.
La inusual disputa legal mantiene al cuerpo del ex convicto
congelado en una oficina forense hasta que la justicia dictamine quien posee los derechos sobre sus restos.
Los litigantes son tres: un amigo por correspondencia, un nieto distanciado en Florida y otro hombre que dice ser el hijo perdido de Manson.
Michael Channels, el amigo a distancia, publicó un documento con fecha de 2002, que dice que Manson le da derecho a todas sus pertenencias personales después de su muerte. Otro documento que pretende ser un testamento válido fue presentado por Matthew Roberts, quien alega que Manson es su padre. El último en disputa es Jason Freeman, un hombre de Florida de 41 años que dice ser el nieto de Manson.
Freeman dijo esta semana al tribunal que quiere una cremación familiar privada para Manson y que las cenizas se propagarían en un lugar secreto para evitar que el sitio se convierta en una atracción turística morbosa.
¿Porqué el cuerpo y las pertenencias de Manson podrían resultar atractivas para alguien?
Consultado por
BBC, Andy Kahan, un defensor de los derechos de las víctimas que se especializa en impedir el comercio de artefactos macabros de delincuentes de alto perfil, dijo que los artículos fabricados y de propiedad de Manson se vendían por miles de dólares en línea. "Han ganado dinero a su costa durante años y ahora está disponible la oportunidad de hacer mucho más dinero", aseguró.
Antes de definir quien ganará el extraño juicio, debe resolverse otro problema: cuál estado será el encargado de seguir adelante con la causa. Los Ángeles, donde Manson vivió antes de sus crímenes; el condado de Kings, donde fue encarcelado antes de su muerte, o en el condado de Kern, donde murió.
