SANTIAGO.- Liderados por el director teatral
Santiago Tobar, siete actores de la compañía
Silencio Blanco emprendieron un viaje a la ciudad Constitución, en la región del Maule, al sur de Chile. Allí vivieron durante tres semanas. "Vimos muchos pescadores, que era lo que queríamos", explica Tobar.
"Nosotros andábamos buscando investigar y conocer a los hombres de mar", dice.
La expedición la hicieron como parte del proceso de creación de su última obra
"Pescador", que inicia hoy su primera temporada. Un periplo parecido hicieron anteriormente para el montaje "Chiflón, el silencio del carbón" y otro más realizarán durante este año para realizar su próximo montaje, inspirado en la tragedia de Antuco.
La propuesta de Silencio Blanco se explica en su propio nombre. No existe texto, las obras son en silencio, solo acompañadas de sonidos como el del mar, las sirenas de los barcos y las gaviotas. Y los personajes, son marionetas blancas hechas completamente de papel. "Sí existe un diálogo -aclara Tobar-, el que se genera entre los actores que mueven a los personajes y todos los elementos sobre el escenario".
El director comenta sobre el desafío de montar una obra y conectar con los espectadores sin la necesidad de hacer uso de las palabras. "La propuesta es abstraer al público, sacarlo de su vorágine cotidiana", dice. "Apostamos a que una marioneta de 40 centímetros pueda abstrearlo y fragilizarlo, darle un sentido de reflexión", agrega.
En la antesala de la obra, expondrán fotografías y recuerdos de su residencia en Constitución. "Pudimos ver hombres tejiendo redes y a sus mujeres esperándolos en el muelle sin saber si llegarán. Encontramos mujeres y hombres trabajadores, y a algunos mutilados que están fuera del mar mirando a sus compañeros", cuenta Tobar. "Aprendimos que la pesca artesanal ya no existe, que está industrializada y los pescadores compiten por el tamaño del motor de la lancha. No pillamos ni un bote con remo, la industrialización está haciendo desaparecer al pescador artesanal", comenta.
¿De dónde nace el deseo de retratar al pescador chileno común y corriente? Tobar cuenta: "Antes de irnos conocimos a una pareja de ancianos que vivía en las orillas del tren. Tenían cerca de 80 años y la mujer vivía de la pesca. El hombre también lo había hecho pero ya no trabajaba porque estaba con discapacidad. Ahí pudimos ver claramente cómo un sistema, gobierno o poder deja de lado a estos seres humanos que enriquecen al mundo, porque los productos del mar producen muchas riquezas. Ahí pudimos decir: 'Estos son los olvidados del país, y viven felices'".
"Pescador" se estará montando entre el 10 y el 20 de enero en el Teatro Duoc UC (Bellavista 0503, Providencia) a las 21:00 horas. Las entradas tienen un precio de $3.000.