SANTIAGO.- Los jóvenes de ahora no comparten el mismo humor de la sitcom de los noventa. Así quedó demostrado en una reciente publicación de un medio británico, la que señala que las actuales generaciones rechazan la forma de hacer comedia de la recordada serie "Friends".
De acuerdo a un reporte del periódico The Independent, la producción de TV no ha llegado a conquistar a más audiencia dentro del Reino Unido porque los jóvenes que comenzaron a verla por una plataforma de streaming como Netflix quedan "impactados" por el tratamiento que se hace de determinadas situaciones relacionadas con temas de género e identidad sexual. Los llamados "millennials" han expresado en sus redes sociales que el programa es "sexista" y homofóbico".
Los cuestionamientos recaen, por ejemplo, en la paranoia de Chandler (Matthew Perry), ante la opción de que el resto lo crea homosexual y los recurrentes chistes en relación a la condición de travesti de su padre. El factor homofóbico recae en Ross (David Schwimmer) frente a la relación que posteriormente desarrolla Carol, su ex esposa, con una nueva pareja, Susan.
Este último personaje de la sitcom noventera es, quizás, el más criticado. No solo se visualiza su sexismo cuando ve con malos ojos que un hombre cuide a su hija Emma, sino que también se le cuestiona la creencia de que leer poesía puede convertir a un heterosexual en gay. O también es objeto de crítica la escena en donde le quita una muñeca Barbie de las manos a su hijo que está jugando con ella, cambiándolo por un muñeco de G.I. Joe.
Rachel, interpretada por Jennifer Aniston, tampoco se salvó. A ella se le acusa de haber acosado sexualmente a su asistente y sobre Joey (Matt Leblanc), pesan varias acusaciones de machismo y sexismo. En tanto que a Monica (Courtney Cox), se le reprocha la vergüenza que siente por haber sido obesa. La única que parece escapar de las críticas es Phoebe (Lisa Kudrow).
