SANTIAGO.- Ella es sinónimo de éxito, reconocimiento y calidad artística. Meryl Streep (68), actriz que ha sumado 21 nominaciones al Oscar recientemente con la cinta "The Post: Los oscuros secretos del Pentágono", quiere que su nombre no se asocie a nada más sin su consentimiento.
La tres veces ganadora de la estatuilla otorgada por la Academia de Cine de Hollywood acaba de solicitar registrar su nombre como marca para que nadie se aproveche de él. Así, Streep busca tener "el monopolio del uso de su nombre sobre cuestiones de entretenimiento, incluyendo apariciones en vivo, en televisión y en películas".
Para ello, la intérprete tuvo que pagar la cifra de 275 dólares (poco más de 165 mil pesos chilenos). Con esta medida, la actriz se asegura de que no haya ningún otro producto de entretenimiento llamado Meryl Streep. De igual informa, impide que cualquier otra persona firme autógrafos con su nombre, aparezca en conferencias o abra una página web.
De acuerdo a los documentos que presentó la semana pasada, estos aseguran que su nombre se asocia a la industria del espectáculo desde 1975, año en que recibió su diploma en Artes por la Universidad de Yale, fue parte del reparto de la obra "Trelawny of the Wells" y puso su voz en la cinta "Everybody Rides the Carousel".
Meryl Streep, no obstante, no ha sido la primera en hacer de su nombre una marca registrada para protegerlo o sacar algún provecho económico, como es lo habitual.
Taylor Swift, por ejemplo, ha solicitado registrar su nombre para más de 60 usos distintos, incluyendo frases de sus canciones. Poco tiempo atrás, además, la cantante australiana Kylie Minogue y Kylie Jenner se enfrentaron en una batalla legal para ver quién podía hacer un negocio con su nombre, contienda que terminó ganando la primera.
Jay-Z y Beyoncé también son parte de este grupo, además de sus tres hijos: Blue Ivy, Rumi y Sir. Lo mismo ocurre con David y Victoria Beckham y sus cuatro herederos, además de la socialité Paris Hilton y el rapero 50 Cent.
