SANTIAGO.- Participar en un concurso de belleza nunca ha estado exento de estereotipos. Los eventos tienen una génesis machista, sí, sobre todo por los "requisitos" para estar en carrera. Quienes pelean la oportunidad de coronarse como
la mujer más linda de su país tienen que someterse a estrictas dietas para "sorprender" con sus medidas y si hay que recurrir al bisturí, bienvenido sea. Todos suma. La percepción sobre este tipo de certámenes, claro, depende de cada quien.
Gabriela Pulgar, tiene 29 años y hace siete ganó el título de Miss Chile. Esto le valió ser parte del evento internacional realizado en Londres en 2011, donde se llevó el galardón de Miss World Talent. Ahora trabaja para ganar notoriedad como cantautora. Bajo el seudónimo de Gabigar, la representante de Chile en la Competencia Internacional del próximo Festival de Viña del Mar dice que aprovechó su reinado como Miss para conseguir lo que quería: ser reconocida como artista.
"(El concurso de Miss Chile) me sirvió mucho para poner aprender y poner límites de lo que quiero y no quiero hacer. En ese sentido, por supuesto que te cargan encima ciertos prejuicios, pero a pesar todo aprendí a lidiar con eso y a no hacerme cargo de ciertos juicios que la gente hace de mí", reflexiona la intérprete en conversación con Emol.
Resulta imposible no preguntarle por su coqueteo con el modelaje y las pasarelas. Gabigar, sin embargo, tiene una larga historia con la música que se gestó desde pequeña, a los siete años. La artista dio sus primeros pasos cursando la enseñanza básica en distintos festivales escolares.
"Desde el colegio se notó mi faceta artística, pero
me demoré bastante en profesionalizar esta faceta que tenía. Yo creo que pasó porque, si bien mis papás me motivaron, siempre lo vieron como un
hobby", cuenta al otro lado del teléfono.
Cuando llegó el momento de entrar a la universidad, Gabriela optó por fonoaudiología en la Universidad del Desarrollo. "Me permitió acercarme mucho a la música y a profesionalizar la voz", cuenta esta también fanática de la música brit pop. Y se encontraba cursando estos estudios cuando llegó la oportunidad de ser parte de la segunda temporada del programa de CHV "Talento Chileno" (2011), donde fue semifinalista.
Tras ello, saltó a las pasarelas y recibió la propuesta de postular al casting de Miss Chile. Según dice, "todo ocurrió por el canto". "Estando en 'Talento Chileno', la organización de Miss Chile me vio y me invitó al concurso. Fui pasando las etapas súper inesperadamente, pero para mí nunca fue un sueño ni una aspiración ser Miss Chile ni participar en un concurso de belleza", afirma.
Ganó y viajó a la capital inglesa, donde no solo desfiló en traje de baño y vestido. También pudo cantar en la final del concurso de talentos del que resultó vencedora.
"Con ese premio tuve una vitrina súper importante para lo que significaba ser parte de la industria de la belleza y de la música", recuerda. Al mes siguiente de volver al país nuevamente tuvo que hacer sus maletas y regresa a Europa. La cantante
fue reclutada por la organización de Miss Inglaterra para preparar a futuras misses, ocasión en la que también pudo trabajar en su faceta como músico. Eso, además, le significó poner pausa a sus estudios universitarios.
Meses después, los retomó hasta graduarse. "Tenía que terminar. Primero porque me gusta fonoaudiología porque encontré un lugar en que la medicina y la ciencia se combinan con el arte. Entonces es muy lindo entender la fisiología de la voz y a la vez poder entender también a un cantante que tenga que trabajar el tema con un profesional, que tenga que rendir. Siento que es una carrera que me complementó muchísimo", manifiesta.
Debut en larga duración
La ex Miss volvió a los concursos años más tarde con "The Voice Chile" (2015), donde Luis Fonsi fue su coach, aunque fue el mismo intérprete de "Despacito" el que la eliminó del programa de Canal 13. Pero por esos años, Gabigar ya tenía claro qué quería hacer: se alejó de las baladas que tuvo que presentar en el show de TV, con las que nunca se sintió muy cómoda, y se aferró a sus gustos y estilo. Conoció al productor músical Nicolás Quiroga, con quien terminó siendo pareja, y juntos le dieron forma a su primer disco, Transparente (2017).
"Empezamos a enganchar, a salir y él supo entender súper bien mi onda musical. Yo creo que al principio ni él creía tanto en mí, pero sabía que estaba explotando esta herramienta más de compositora, entonces me motivó harto a seguir y decidimos hacer este disco", explica.
De este álbum, que ha promocionado fuertemente por plataformas digitales como Spotify, se desprende "Cobarde", canción con la que buscará hacerse merecedora de la Gaviota de Plata en el Festival de Viña.
"Tiene una sonoridad que hace referencia a una música más europea, más del brit pop. Porque esa es también la música que me encanta.
Mi estilo sigue estando en el género pop, pero es más indie y alternativo", describe. "Me gusta también el folclor y la música latina. Me encanta el rap que se hace acá; me encanta mucho
Lucybell, Gustavo Cerati y Nicole. Yo sé que ellos tienen muchas influencias de
Radiohead, U2, The Cranberries, Depeche Mode, aunque esta canción que va a Viña es la más transversal, la que puede llegar de forma más fácil al público y
puede identificar a muchas mujeres", finaliza.