Felipe Vargas Figueroa, El Mercurio.
SANTIAGO.- Era la única comediante extranjera de la programación del Festival de Viña 2018. La colombiana
Alejandra Azcárate corría el riesgo de ser devorada por el "Monstruo" viñamarino, puesto que era una completa desconocida para el público en la Quinta Vergara. Sin embargo, con su look elegante y un temple serio, logró llevarse las dos gaviotas de reconocimiento y el cariño de la audiencia chilena.
"Todavía parece un sueño todo lo que sucedió. En Colombia ha tenido un impacto muy fuerte y ha sido muy conmovedor ver cómo la gente sufrió, se río y lloró a mi lado viendo la transmisión", declaró la humorista de 39 años a
Las Últimas Noticias. "Ha sido una sensación extraña, por un lado felicidad profunda y por otro una extrema sensibilidad. He llorado mucho".
La colombiana cuenta que lleva dos días "en cama sin fuerza alguna". "Se me bajaron las defensas después de tantos días de angustia, presión y estrés", comenta.
Hace pocos días subió a su Instagram una fotografía con un relato que refleja su sensación de angustia previa al show.
"Salí dudando de cada letra que escribí y desconfíe hasta de mi memoria. El recorrido al escenario fue infernal, los pasos eran largos, pero sentía que no avanzaba (...) Salí ahogada de la angustia, saludé temblando y tuve un comienzo muy tibio. Sobre el minuto siete pensé mentalmente: 'Dios, entrégamelos'. Sabía que si el silencio y la parsimonia de los espectadores continuaba un poco más, la catástrofe sería inevitable. Lancé una premisa contundente, oí las primeras risas y a partir de ahí supe que mis enemigos se convertirían en mis cómplices", escribió.
"El fracaso en la Quinta Vergara habría sido el final más indigno de mi carrera", sentenció la artista.