"Marca un antes y un después para el cine chileno": Expertos analizan la importancia del triunfo de "Una Mujer Fantástica"

Creo que hay un antes y un después para el cine chileno. Lo interesante no es que surge de la nada, es un camino que se había venido construyendo y cuyo primer campanazo fue "Historia de un oso". Aquí ya nos estaban diciendo que la cinematografia chilena puede ser valorada en las grandes ligas. Es clave que Fábula haya entendido la importancia de Hollywood, que es tan despreciado, esa es la plataforma que permite que se visibilize una buena película, que en su estreno en Chile no fue bien recibida (como suele pasar con el cine chileno). Ahora quedará preguntarse qué tiene de singular esta película que logró alcanzar el Oscar que no alcanzó "No". ¿Qué pasa ahí? Hay varias lecciones que sacar, especialmente desde el público.

Es una culminación de varios logros que Chile se ha ido adjudicando. "No" fue la primera nominada no hace tanto, "Historia de un oso" ganó y "La once" estuvo en los Goya. También hemos tenido varias en los Globos de Oro últimamente ("El club", "Neruda"). Aporta mucho a la visibilidad de una de las industrias que más está creciendo en el país y ojalá se traduzca en más oportunidades de financiamiento para realizadores, de parte de entes privados o de un estado que ya empiezan a reconocer que lo que se produce aquí puede tener impacto internacional. Pero habrá que ver cómo se manifiesta esto y si lo capitalizamos.

Es un síntoma de cosas que están pasando en la industria del cine nacional. Un trabajo que viene realizando la productora Fábula hace un buen tiempo y el que viene haciendo Lelio hace más de 15 años. Es indudablemente una buena noticia para el cine chileno en su globalidad.

Hace un tiempo esta categoría ha ganado notoriedad por dos motivos: la primera, que dejó de llamarse Mejor película extranjera y pasó a denominarse Mejor película de habla no inglesa. Luego, que la Academia instó a que cada país enviara su cinta representante, razón por la cual postulan más de 90 películas. Eso quiere decir que es difícil evaluarlas todas con igual dedicación, pero indica que la Academia tiene interés en integrar otras cinematografías y Fabula recoge ese guante en vez de quedarse en la comodidad de decir "Hollywood es injusto porque no nos valora". No, hay que saber llegar al público de alguna manera y aceptarlo. No mirar con asco Hollywood y saber llegar con buenas películas.

Depende del año y de la temática. Definitivamente que sea chilena hizo que gente que no se interesa por la ceremonia estuviese al tanto y siguiera el recorrido de la película. Pero la razón por la que ganó "Una mujer fantástica" por sobre otras que pintaban como favoritas, es que a nivel internacional se está problematizando mucho la inclusión de personas transexuales, que han sido uno de los grupos más invisibilizados históricamente. Era el momento adecuado para que la gente notara esta historia y una forma de la Academia de decretar en qué lado de la discusión se encuentra.

Cada año me da la impresión de que adquiere mayor interés, no solo en Chile, sino porque se encuentran películas que generalmente están fuera del circuito de Hollywood, fuera de los límites naturales de su industria. Muestran algo del mundo y dan cuenta de otras realidades. Ahora, ocurre que ciertas películas generan más ruido y presencia mediática, y eso depende del ambiente. Destaco casos como los de "La vida es bella" o "Mephisto", por ejemplo. "Una Mujer Fantástica" entraría a integrar ese grupo, acaparó portadas, especiales de prensa y generó discusión en cuanto a cuestiones identitarias y de orientación sexual. Aquí en Chile repercutió un montón, como ninguna otra película antes, porque nos toca muy de cerca a nuestra sociedad. Es difícil que se vuelva a repetir en estos términos.

Dependerán de cómo la comunidad cinematográfica entienda esta lección. Se nos abrió una ventana gigante y los realizadores y las escuelas tendrán que estudiar el modelo para que las películas se conecten con su público. Ese es el trabajo más importante ahora para los académicos, productores y cineastas: conectarse con el público chileno.

A nivel de oportunidades de financiamiento y producción, está por verse y no me gustaría adelantarme a confiar en que se subsidiarán más proyectos automáticamente. Pero a nivel social creo que lo más importante es que la gente pueda ir eliminando el discurso de que el cine chileno no vale la pena y sería bonito que más gente vea las películas que se están haciendo acá.

Para el cine chileno, sería cauto en cuanto a las consecuencias. Ya tenemos una gran vitirina y un buen augurio en cuanto a posibilidades interesantes. Pero en términos de promesas concretas, no lo sé. En cuanto a proyección entiendo que hay que poner el énfasis en el diálogo con el público, en las salas y en las distintas plataformas. Ya hay una gran cantidad de producciones interesantes, pero está en juego y es una realidad que la gente no conoce suficientemente el cine chileno, y eso no va a cambiar brutalmente, depende de distintos factores. El Oscar no garantiza nada, es más bien, una oportunidad.