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Depeche Mode montó una provocadora fiesta en su debut en el Estadio Nacional

El trío británico brindó un espectáculo de dos horas en el recinto ubicado en Ñuñoa. La tercera visita de la banda en Chile se dio en el marco de la gira "Global Spirit Tour".

22 de Marzo de 2018 | 01:32 | Por Alondra Barrios P., Emol
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José Alvujar, El Mercurio
SANTIAGO.- El regreso de Depeche Mode arrancó a las 21:00 horas en punto de este miércoles. Tan pronto se apagaron las luces del Estadio Nacional sonó la icónica "Revolution" de The Beatles, dando así inicio al esperado show de Dave Gahan, Martin Gore y Andrew Fletcher.

Con los acordes de "Going Backwards" las tres pantallas del escenario -una ubicada al centro y las otras en los costados derecho e izquierdo- se tiñeron de colores, como si se estuviese proyectando una obra de Jackson Pollock mientras los músicos estaban cada uno en sus instrumentos

Así partió el recital de Depeche Mode, que por tercera vez visita el país, aunque esta vez en el marco de la gira mundial "Global Spirit Tour", donde no solo presentan canciones de su nuevo disco, Spirit (2017); también dedican gran parte de su presentación a repasar su álbum de 1997, Ultra, noveno trabajo de estudio de los ingleses y el primero tras la salida del tecladista Alan Wilder.

Desde lo más oscuro del proscenio, Dave Gahan apareció inquieto y con ganas de pasarla bien. El frontman del conjunto solo proyectó energía con sus provocadores bailes, movimientos pélvicos y animosas interpretaciones que invitaban a los fanáticos a mover los brazos de un lado a otro o a aplaudir, tónica que se mantuvo desde el principio hasta la última canción del recital.


De "It's No Good" pasaron a "Barrel Of A Gun" y una potente "Useless" con un bajo hipnotizante de Peter Gordeno mientras que Martin Gore -responsable de gran parte de las composiciones de Depeche Mode- hizo una impecable ejecución con su guitarra, como en varios momentos de la noche. Más tarde saldría a escena solo para interpretar una versión acústica de "Insight", acto que repitió con una coreada "Strangelove" y, antes de esta, "Home", momentos donde Gahan pasó a segundo plano y tuvo tiempo de descansar.

Para ese entonces, el trío de músicos había conseguido que el público -en su mayoría adulto- bailara y sintiera estar en una verdadera fiesta adentro del estadio de Ñuñoa, celebración que se encendió aún más cuando fue el turno de uno de los himnos de la agrupación, "Enjoy The Silence", el que fue seguido de "Never Let Me Down Again".

Nueve años después de su último concierto en Chile, Depeche Mode aterrizó totalmente renovado, demostrando que el paso del tiempo no ha causado estragos en ninguno de sus integrantes que guardaron lo mejor de su material para inmortalizar un cierre espectacular con "Personal Jesus".

De su show, además, llamaron la atención las proyecciones de una pareja que bailaba una coreografía sincronizada mientras los músicos tocaban "In your Room", situación que se repitió con "Walking In My Shoes", que mostraba a un músico travesti preparándose para una presentación en un bar. Por minutos, estas animaciones cautivaron al público que despegó su mirada de Gahan y compañía, pero que no significó mucho más.

Depeche Mode divirtió en las dos horas que duró su espectáculo. La vitalidad que Dave Gahan proyectó en toda la presentación animó a los asistentes a ser parte de la fiesta que el intérprete realizaba sobre el escenario que contó con un sonido impecable en gran parte de la noche la que, además, se complementó con una colección de éxitos que dejó una sensación de alegría y satisfacción en los fans hasta pasadas las 23:00 horas, hora en que el trío anotó lo que ha sido una de las mejores presentaciones en vivo en lo que va de este año.
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