SANTIAGO.- Maquillaje recargado y multicolor. Pelucas de gran proporción, vestidos ajustadísimos, llenos de brillos y detalles extravagantes, y tacones que pocos y pocas podrían utilizar al caminar, caracterizan -por lo general- a quienes se dedican al
transformismo. Usualmente vemos que son los hombres los que desarrollan este trabajo, el que hemos visto en TV con espacios tan populares como
"RuPaul Drag Race" y, en Chile, con
"The Switch".
Este domingo 25 de marzo, luego de "Perdona Nuestros Pecados", Mega estrenará el segundo ciclo de este programa que contará con la conducción de
Karla Constant y la participación de
Ingrid Cruz, Nicole Gautier y Óscar Mediavilla, productor discográfico y jurado de programas como "Latin American Idol" y "Operación Triunfo Argentina", que se incorpora en esta nueva etapa del espacio que mezcla
talent showy reality.
Fernanda Brown ha trabajado como gogo dancer y en 2014, a los 25 años, ganó el concurso
Miss Fausto de la reconocida discoteque capitalina. Participante de las dos temporadas de la producción del canal del
Grupo Bethia, Brown
lleva 11 años de carrera en el mundo del transformismo. Aclara que ella, dentro del grupo de 13 participantes que entrarán en competencia en el programa, no es una
drag queen como sí lo son algunos de sus compañeros y hace hincapié en la diferencia.
"El transformista trata de convertirse acorde a un personaje por imitación, porque simplemente quiere parecer mujer, pero siempre por el lado armónico del arte", define ante
Emol.
"El lado drag queen es el lado exagerado. El drag queen es el que se pone las pelucas gigantes, que se llena de colores la cara. No precisamente usa ropa de mujer. Puede usar ropa de hombre y maquillarse como chica y usar barba, como es lo que veremos en el programa. Aquí hay transformistas, drag queen. Hay de todo", señala la joven de 28 años.
Fernanda agrega que todos quienes trabajan en este rubro
"concordamos que es un arte, es un trabajo digno y es una forma de vida muy esforzada porque
la gran mayoría de los chicos que se dedica a esto están muy solos".
Ser transformista en Chile, sostiene, "es complicado porque
quienes pueden hacer de esto rentable son muy pocos. En mi caso, yo solamente vivo de lo que trabajo en el espectáculo. Hay que moverse y hacer cosas".
Brown revisa su agenda y va cerrando eventos cada tres meses porque según ella "es el tiempo donde puedo ir sacándolos. Hay otros que cierran solamente uno en tres meses. Es complicado.
El gremio de transformistas está muy desvalorado porque hay muchas rencillas. Pero el que tengas o no trabajo, va a depender mucho de cómo te desempeñas dentro de este".
Fernanda Brown y Sofía Camará. Crédito: Mega.
El argentino
Pablo Carayani o Sofía Camará llegó a la final de "The Switch" en la primera temporada. Se destaca por su humor ácido y su frase
"sabélo". Lleva 12 años siendo transformista, pero estudió distintas disciplinas artísticas desde pequeño".
"Comencé con la disciplina del arte, la danza, la actuación y el canto a partir de mis seis años de edad.
El transformismo llegó por sorpresa fusionando estas disciplinas en esta propuesta de personaje femenino, que básicamente es mi alter ego", rememora.
Para ella, la clave del éxito en este gremio es ser consecuente "va de la mano con el esfuerzo que cada una ha invertido para evolucionar cada una de las propuestas. En mi caso, hago mucha inversión económica en la producción de mi imagen, porque si bien considero que no es lo más importante ni lo único,
sí lo primero entra por los ojos".
Según Camará, si "alguien te agrada visualmente vas a poder hacer hincapié en la parte técnica, vocal, coreográfica y actoral. Cuando todo eso se complementa, hay un arma, un combo total".
El arte del transformismo
Para esta nueva temporada de "The Switch", Mega invitó a
Kris Córdova Durán, activista trans y una de las directoras de
OTD Chile (Organizando Trans Diversidades), para tener su impresión sobre este nuevo ciclo del show por su rol con la comunidad LGBTI.
Córdova afirma que el transformismo es un arte,
"una expresión cultural que tiene más de cien años. En Occidente nace a finales del siglo XIX.
No necesariamente ha estado ligado al mundo LGBTI. Un transformista puede ser cualquiera".
La activista recalca que una
drag queen "es una personificación femenina y
drag king, una representación masculina. Hay
drags andróginos". "El transformismo es un arte que está abierto a cualquiera, independiente de su identidad de género e independiente de su orientación sexual", reafirma.
Pese a que considera que Chile ha avanzado mucho en entender qué es ser trans, Kris piensa que aún persisten
"algunas ideas de que transformismo es sinónimo de trans. Mientras el primero es un arte, una expresión cultural y que rompe las normas del género,
la identidad de género es un sentir interno de la persona que se puede manifestar desde la infancia, de cómo me siento yo. No tiene que ver con ser transformista", define.
En el caso particular de
Fernanda Brown, esta revela que hace tres años empezó su proceso de transformación física con un tratamiento con hormonas porque se siente mujer.
Ha estado consumiendo inhibidores de testosterona y ha aumentado la dosis de progesterona.
"Voy en la etapa final donde ya me tendría que operar, pero me da un poco de miedo porque no sé aún si la tecnología lo permite", dice.
"La verdad es que se me ha hecho súper fácil -la transición- porque
soy una chica normal. Me visto normal, no ando exagerando ni las piernas ni el busto. Mantengo un perfil normal y por eso no me identifico con una
drag queen.
Creo que cuando uno llega a la transexualidad y tú quieres ser mujer y te sientes como mujer, tienes que actuar como tal", remata.
Kris Córdova Durán. Crédito: Mega.
