SANTIAGO.- El más reciente spin-off de "Star Wars" no vivió uno, sino varios traspiés desde que se rodaba en Londres. En junio de 2017, Phil Lord y Christopher Miller fueron despedidos del proyecto cinematográfico y Lucasfilm explicó que la marginación de la pareja de directores se debió a diferencias creativas.
Kathleen Kennedy, productora de la cinta, explicó a Entertainment Weekly que los realizadores (responsables de "Lego: La película" y "Lluvia de Hamburguesas", entre otros) fueron desvinculados por venir "del mundo de la animación y la comedia de sketch". La posta la tomó un cercano colaborador y amigo de George Lucas, Ron Howard, galardonado con un Oscar en 2001 por "Una mente brillante".
Los cambios en la dirección de
"Han Solo: Una historia de Star Wars" inquietaron a la fanaticada más ferviente de "La guerra de las galaxias", más aún cuando diversos medios estadounidenses reportaron que el actor
Alden Ehrenreich no lograba transmitir la esencia del personaje que catapultó a
Harrison Ford al estrellato, y que por ello necesitó a un
coach de actuación.
Con estos antecedentes, "Solo" se estrenó la semana pasada en el Festival de Cannes donde la crítica se dividió. Hay quienes argumentaron que la cinta no rescata el espíritu de los filmes originales y que su aporte a la historia que conocemos como tal es nula. Otros, en tanto, celebraron el nuevo camino que abrió Howard con esta historia que además de spin-off funciona como reboot, pues recupera a uno de los personajes más queridos del mundo galáctico creado por Lucas.
Sí, en el filme hay un poco de ambas visiones porque, efectivamente, su trama se aleja de todo lo que conocemos sobre "Star Wars", recae en retratar el origen del contrabandista y las situaciones que lo llevaron a convertirse en el Han Solo que todos conocemos. Además, incluye elementos que vinculan o extienden lo visto en las series animadas.
Sin un hogar, huérfano y siempre acompañado por su novia
Qi'ra (Emilia Clarke), Han trata de subsistir como sea en el
planeta Corellia, del que planea escapar para cumplir su mayor sueño:
ser el mejor piloto de la galaxia. Intentando salir de allí, la pareja se separa y Solo va en busca de su objetivo lejos de su enamorada.
Convertido en un soldado, conoce a Tobias Beckett (interpretado magistralmente por Woody Harrelson), un astuto ladrón que se convertirá en su mentor y que lo introducirá a Dryden Vos (Paul Bettany), el villano de la película que, por cosas del destino, convertirá a Qi'ra en su colaboradora de confianza.
Los sinsabores que sufre el joven Han Solo son, quizás, los elementos que lo llevan a forjar su personalidad atrevida, desconfiada y rebelde. En los primeros minutos de la entrega, la actuación de Ehnrenreich no logra trasmitir el encanto del Solo de Ford. No obstante avanzada la trama, el actor logra convertirse en el popular personaje emulando efectivamente los típicos movimientos, miradas y risas pícaras de quien lo inmortalizó en los '70, logrando realizar una interpretación convincente y digna.
Otro punto alto de la película es
cómo se forja la amistad entre Han y su entrañable compañero de aventuras, el wookie Chewbacca, en medio de una batalla y la manera en que se enfrenta por primera vez a
Lando Calrissian (Donald Glover), otro contrabandista, apostador y vanidoso humano, con quien establece una relación de amor-odio y quien hará que Solo se interese por la que más adelante será su preciada nave: el
Halcón Milenario.
En la película se divisan pocas luces sobre lo que trae entre sus manos el Imperio, aunque hay indicios de ello en los últimos minutos de la cinta que se extiende por más de dos horas y media, donde algunos duelos y batallas podrían haber sido mucho más breves, sin duda. Así se podría haber desarrollado, por ejemplo, más detalles de la vida de personajes como Qi'ra y el propio Solo. Por ello es que, probablemente, este filme se puede catalogar como un contenido que perfectamente se puede omitir dentro del universo "Star Wars", transformándose en una producción liviana y poco trascendental para entender el resto de las producciones.
La historia queda abierta, sin duda alguna, y quién sabe si en el futuro Disney vuelva a correr el riesgo y realice una segunda parte de un Han Solo que enfrente nuevas aventuras y desventuras junto a Chewie a bordo del Halcón Milenario. Y aunque el joven debutante Alden Ehrenreich se defiende bien en el rol, muy en el fondo sabemos que estará lejos de poder llegar a la altura, importancia y carisma que Harrison Ford le entregó al gran amor de la princesa Leia.
