La primera versión de "Ant-Man" se estrenó en 2015.
Marvel Studios
SANTIAGO.-
Marvel ha logrado un gran 2018.
"Pantera Negra",
"Avengers: Infinity War" y
"Deadpool 2", le han entregado millonarias ganancias y, al parecer, seguirá triunfando en la pantalla grande.
Este jueves 5 de julio, llega a la cartelera nacional "Ant-Man and The Wasp", la secuela de "Ant-Man" (2015). El mismo director de su primera versión, Peyton Reed, vuelve a dar vida a un divertido y ligero filme, ante el desafío de tener que hacer más de lo mismo, pero mejor.
La primera versión sin duda funcionó, se ganó al público y generó cercanía con el personaje. En esta oportunidad, la trama y su desarrollo causan algunas discrepancias entre la crítica, pero no se puede negar que
es un contenido que difícilmente disgusta.
Decenas de chistes y un guion interesante, permiten resaltar la actitud de la joven Avispa (Evangeline Lilly). En varias ocasiones, el personaje se destaca por sobre el Hombre Hormiga (Paul Rudd) y tiene que salvarlo de su serie de infortunios. Una vibrante actitud femenina que sale de lo común en las películas de superhéroes.
Ant-Man aparece en la cinta como un personaje que constantemente deambula entre percances con la policía y su vida personal, especialmente porque ahora prioriza ante todo su rol de padre.
La historia comienza así: Henry Pym (Michael Douglas), vuelve a contactar a Scott Lang (Ant-Man) para que se convierta en su guía dentro del reino cuántico, y así él y su hija Hope (Lilly), logren rescatar a su esposa (Michelle Pfeiffer) perdida en ese espacio hace 30 años. Cuando todo parecía ir bien, surgen dos enemigos: un traficante de tecnología (Walton Goggins) -fácil de derrotar- y una mujer fantasma (Hannah John-Kamen) que busca recuperar la normalidad de su cuerpo. Precisamente esta última será quién generará mayores problemas.
Foto: Cinecolor
El éxito de la misión de Pym depende de un laboratorio que construyó en un edificio cuadrado que guarda todos sus secretos, y que puede reducirse al tamaño de una maleta de mano. La fantasma, que tras el traje lleva el nombre de Ava, le robará el edificio en más de una ocasión. Todo con tal de revertir un efecto cuántico que le causa constante dolor y que al mismo tiempo la ha convertido en una poderosa villana.
En las escenas, veremos a los objetos y personajes crecer y achicarse continuamente. Un elemento que entrega razonable diversión a los momentos de acción, sobre todo cuando son protagonizados por Luis (Michael Peña), el amigo de Ant-Man.
La secuencia en su totalidad es agradable e inteligente en su forma de jugar con los tamaños de un insecto frente a los de un humano, sobre todo considerando la sorprendente calidad de los efectos visuales que está manejando Marvel Studios.