SANTIAGO.- La semana pasada, el escritor y periodista español
Arturo Pérez-Reverte aseguró en redes sociales,
que si la redacción de la Constitución de su país se cambia por un lenguaje inclusivo, abandonaría la Real Academia Española (RAE), donde actualmente ocupa el sillón T.
Pérez-Reverte realizó la afirmación en respuesta a un usuario de Twitter, que escribió: "Es un intento de domesticar la RAE. Cederán los académicos, tras intentar suertes de esgrima desganada, algún bizantinismo apolillado.
Solo Arturo Pérez-Reverte, el viejo león, marchará dando un sonoro portazo. País de cobardes".
"Tiene usted mi palabra", respondió el autor.
El diálogo del usuario de Twitter con Pérez-Reverte se dio luego de que
la vicepresidenta del gobierno socialista español, Carmen Calvo, anunciara en el Congreso que
pediría un informe a la RAE para adaptar el texto de la Constitución española a un lenguaje inclusivo.
A juicio de Calvo, la redacción de la Constitución en masculino "se corresponde" con una sociedad de "hace 40 años" y "hablar en masculino" traslada al cerebro solamente "imágenes masculinas".
"No se conoce un caso de nadie que haya abandonado la institución", sostuvo Darío Villanueva, director de la RAE, en entrevista con La Nación de Buenos Aires -
publicada por El Mercurio-, agregando que
considera "muy difícil" un cambio en la Constitución.
Respecto a la posibilidad de
adaptar el idioma a las realidades de la igualdad de género, Villanueva fue enfático en afirmar que
"el problema está en confundir gramática con machismo".
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Las lenguas se rigen por un principio de economía; el uso sistemático de los dobletes, como miembro y miembra, acaba destruyendo esa esencia económica.
Las falsas soluciones, como las que proponen poner la letra e en lugar de la o y la a,
me parecen absurdas, ridículas y totalmente inoperativas", añadió.
Asimismo, el director de la RAE explicó que
cualquier cambio no se puede dar de inmediato, sino que hay una "razonable demora temporal".
"
El diccionario no es elástico; hay que hacer una selección. Porque el diccionario es de todos (...) Y hay palabras 'globo', que se usan, se hinchan y desaparecen.
No estamos desfasados. Es que tenemos que ir por detrás de la sociedad. La academia no inventa, no propone, no impone, no induce el uso de las palabras, sino que recoge las que la sociedad genera", sostuvo.
Consultado sobre si atienden las peticiones feministas, Villanueva aseguró que sí y puso como ejemplo el caso de la palabra "fácil", cuya quinta acepción indicaba: "Dicho de una mujer que se presta sin dificultades a mantener relaciones sexuales".
"Ahora habla de una persona. ¿Por qué? Desde hace 30 años, con el cambio de hábitos, hemos encontrado ejemplos de empleo de la palabra referido a hombres", señaló.
En este sentido, Villanueva explicó que
la RAE responde a la evolución de la lengua y nunca retirará una acepción porque a alguien le moleste. "El problema es hacer un diccionario solo de palabras bonitas. Las palabras sirven también para ser un canalla", concluyó.