SANTIAGO.- Escritor, reportero y dramaturgo, el inglés
Philip Norman (1943) se ha ganado un cetro dentro del periodismo musical por escribir obras sobre la vida de artistas como
Elton John, Mick Jagger, Buddy Holly, The Rolling Stones, John Lennon y The Beatles. Con 38 años, en 1981 publicó
"Shout!": The Beatles in their generation", considerada la biografía definitiva del
cuarteto de Liverpool, que lo llevó a vender un millón de copias.
En las páginas de este alabado texto,
Norman glorificó en exceso la figura de John Lennon, fallecido meses antes, dejando en segundo plano a
Paul McCartney, algo que a "Macca", no le hizo gracia. Mucho menos cuando el escritor señaló en el programa
"Good Morning America" que Lennon representaba
"no una parte, sino tres cuartas partes del grupo". Sentido,
McCartney renombró el libro como
"Shite!" ("Mierda!").
Para Philip Norman no existía músico más inalcanzable para perfilar que Paul McCartney. En 2012, el autor se atrevió a enviarle un correo electrónico al jefe de prensa del ex Beatle, Stuart Bell, contándole sus ganas de escribir su biografía como complemento a la que publicó en 2008 sobre John Lennon y como una forma de enmendar el injusto trato que Paul había recibido en "Shout!".
Al cabo de unas semanas, Philip recibió un breve e-mail con una inesperada respuesta: "Querido Philip: Gracias por tu mensaje. Con gusto te doy mi aprobación tácita y tal vez Stuart Bell pueda ayudarte. Cordialmente, Paul".
"Estaba sorprendido", revela a Emol el periodista Philip Norman. "Me había dado cuenta que no había sido justo con McCartney en 'Shout!'. Y él, de hecho, me ayudó con la biografía de John Lennon hace unos pocos años atrás. Pero seguía siendo muy sorprendente cuando su respuesta fue más rápida de lo que pensé. Estoy feliz de que haya seguido adelante", agrega.
"Paul McCartney. La biografía" (Malpaso, $28.350) es un relato que en 800 páginas recorre la vida de quien Norman define como "el mayor astro vivo de la música pop". Su infancia, adolescencia y juventud en Liverpool; su amistad con John Lennon, sus años como Beatle; incluso las mujeres que marcaron su vida, su relación con las drogas, activismo, el éxito que gozó con Wings, su carrera como solista y otros detalles, componen esta exhaustiva biografía del bajista que su autor demoró tres años en realizar.
Paul, el inseguro
Sin dejar de lado su trabajo como músico y, desde luego, como ex miembro del conjunto más grande la historia, Philip Norman describe, en gran parte, el lado más íntimo de Paul, quien -según indica en el prólogo- "ha construido murallas de privacidad que solo rivalizan con las de Bob Dylan".
La primera vez que Norman y McCartney se cruzaron fue en 1965, en una presentación de los "Fab Four" en Newcastle, cuando The Beatles realizaba una gira tras lanzar Rubber Soul (1965). El periodista era, en ese entonces, reportero del periódico Northern Echo, que se distribuía por el noreste de Inglaterra. Norman y un colega amigo lograron acceder al pasillo delante del camerino de la banda. Paul -a quien el autor describe como "el más apuesto"- fue quien los invitó a entrar a la sala cuando Philip se lo pidió.
"A quien le guste McCartney, verá que tiene muchos talentos, gran encanto. Tenía tremenda buena pinta cuando era joven y estaba en paz consigo mismo", describe su biógrafo. "Pero, de hecho, él es tan inseguro como lo era John Lennon por diferentes razones, pero sigue siendo muy inseguro", suma.
Eso -señala el escritor- lleva a que Paul "todavía se suba al escenario muchas noches del año, haga performances que duran tres horas sin interrupción, sin beber agua entre las canciones. Eso es porque nunca está satisfecho. Quiero decir, es un gran creativo y artista, pero siempre está empujándose a sí mismo ante un nuevo desafío".
El biógrafo de McCartney reivindica al músico su última etapa como Beatle, a fines de los '60. El bajista se mostró en contra de la llegada de Allen Klein para suceder a Brian Epstein, fallecido en 1967. Klein fue reclutado por Lennon en 1969, cuando Apple Records vivía una complicada situación económica, y la relación entre los músicos era tirante.
Allen Klein había sido despedido por los Rolling Stones cuando Mick Jagger comenzó a desconfiar de él en las finanzas, denunciándolo en 1970. Con este antecedente, "Macca" advirtió que no era un hombre de fiar y vendrían así los problemas que luego terminaron por acabar con la sociedad Lennon/McCartney, y el distanciamiento con George Harrison y Ringo Starr, los que estaban a favor del representante. El asunto lo llevaron a tribunales y, años más tarde, John, George y Ringo se dieron cuenta que el distanciado Paul había tenido la razón.
"Nunca piensas que hubiese habido alguien que tuviera un mal momento estando en The Beatles. Parecía ser que ellos eran los hombres más bendecidos", dice Norman. "Sufrió profundamente cuando John puso a los otros dos Beatles en contra de él con el nombramiento de Allen Klein como su mánager. Paul se rindió. Se fue al norte de Escocia a su granja con Linda tiempo después de casarse y después casi tuvo un colapso, casi se convierte en alcohólico. Siguió adelante sin terapia o tratamiento. Siguió adelante, pero fue un momento muy malo", cuenta el biógrafo.
Relación simbiótica
La fricción entre el autor y Paul McCartney se debió al hastío del segundo de ser considerado un personaje menos relevante que John Lennon, a menudo considerado el más audaz, rebelde y avasallador con sus composiciones.
El bajista, por otro lado, era tachado como el Beatle "sonriente", el que "todos veíamos como el relacionador público del grupo -antes de que entendiéramos del todo cuál era la labor de estos- gracias a su encanto, su buen humor, sus modales impecables y un aire que solo podría considerarse refinado", como cuenta el autor en el prólogo de su nuevo libro.
Pese a las diferencias entre ellos, Philip Norman asegura que hasta el día de hoy, el mejor amigo de Paul McCartney fue John Lennon, quienes, según él, tenían una "relación simbiótica".
"Paul usaba la mano izquierda para tocar la guitarra diestra de John, pero cada uno podía tocar los instrumentos del otro, lo que no es fácil si eres zurdo y tocas con tu mano derecha la guitarra. Ellos podían hacerlo. Y, al mismo tiempo, cuando escribían mucho juntos, John finalizaba las canciones de Paul y viceversa. Ellos tuvieron una especie de relación simbiótica", afirma.
"Pero también cada uno tenía algo del otro. Se suponía que John era el rocanrolero duro, pero Paul también era un gran rocanrolero. John también era muy encantador y escribió grandes canciones también, que podían ser románticas y sentimentales como las de Paul (...). Había un gran intercambio entre sus dos personalidades, incluso cuando sabían que eran diferentes".
— ¿Cuál fue el mayor desafío de este libro en comparación a las otras biografía que escribió?
— Todo fue un desafío, en particular todo lo relacionado a The Beatles. Porque primero, tenía que encontrar nueva información y encontré nueva información. Segundo, porque para todos en el mundo esta historia es muy bien conocida, en particular para quienes piensan que son gente experta y la cosa graciosa sobre los expertos en The Beatles es que ellos no mienten en contar lo que sea.
Uno pensaría que estarían maravillados en un hecho de algún año, o una nueva revelación, pero existe un cierto recelo sobre cualquier otra persona escribiendo sobre The Beatles. Llegar a escribir un libro que no sea descartado, que no tenga la misma información de siempre otra vez. Ese es el desafío.
— (Risas) No puedes decidirlo. No puedes, porque ellos hicieron una unidad perfecta juntos. John era muy adorable, podía ser muy horrible de igual manera, pero todo lo que hizo, lo hizo sin miedo. Interpretaba todo lo que decías y todo lo que hacías. Paul es más calculador.
— No lo sé, me gustaría pensar que sí. Me gustaría pensar que dijo que era bueno, pero no lo sé... espero que sí.