SANTIAGO.- Michael J. Fox se ha sincerado respecto al difícil período que vivió tras enterarse que tenía Parkinson en 1991, cuando tenía 30 años.
En entrevista con la revista People, el protagonista de la saga "Volver al futuro", reveló que encontró refugio en el alcohol y luego entró en una profunda depresión. De acuerdo a sus palabras, llegó al punto de esconder las botellas para que su esposa, la actriz Tracy Pollan, no lo notara.
"Después de un año bebiendo me cansé y decidí ir a terapia", reconoció, añadiendo que fue ese el momento en que se dio cuenta que
le estaba haciendo daño a su familia, por lo que quiso pedir ayuda. "
Mi matrimonio mejoró y mi carrera despegó de nuevo", sostuvo.
El diagnóstico no solo cambió su vida personal, sino que también a nivel profesional. "Cuando lo recibí decidí trabajar solo en cosas que me gustaban, algo que no creo que hubiera hecho de estar sano porque había demasiado ego", comentó.
En una entrevista anterior otorgada a The Guardian, reconoció que le ha disgustado el hecho de causar lástima en la gente. "Me miran con miedo y tristeza en sus ojos. Aunque yo esté bien, la gente tiene miedo. No me gusta provocar lástima. Ojalá fuera yo el autor de esta frase, pero no lo soy: la lástima es una forma beningna de abuso", señaló.
El actor demoró siete años en hacer pública su enfermedad. Desde entonces, y a través de su fundación, ha respaldado proyectos de investigación que buscan dar con una cura total o parcial para el Parkinson.