EMOLTV

"El visitante extranjero": La novela que imagina el paso de "Jack el Destripador" por Valparaíso

Julio Rojas, odontólogo y guionista de cintas como "En la cama" y "La memoria del agua", hace su debut literario con este thriller que sitúa a uno de los mayores asesinos seriales en la ciudad porteña, durante el siglo XIX.

21 de Agosto de 2018 | 09:54 | Por Constanza Troncoso M., Emol.
imagen

Julio Rojas, autor de "El visitante extranjero".

Lorena Palavecino, Penguin Random House.
SANTIAGO.- Enero, 1889. Valparaíso es la ciudad más vertiginosa y cosmopolita de Sudamérica. Una serie de atroces asesinatos contra mujeres advierte que no solo han desembarcado en el puerto las vanguardias artísticas y científicas de todo el mundo, sino que también, han arribado los males. Un dentista forense, el primero en el continente, usará su ciencia para perseguir al homicida; lo que no sabe es que deberá enfrentarse al femicida más célebre que, escapando de la Policía de Londres, ha arribado a América. La prensa europea lo ha apodado "Jack el Destripador".

La novela "El visitante extranjero" (Suma, $16.000) nos introduce en sus primeras páginas al personaje protagónico: Nolasco Black, un entusiasta académico de odontología quien sugiere a sus alumnos que estudiando la dentadura de una víctima, se puede llegar a resolver todo un crimen.

"Yo mismo soy dentista y siempre quise escribir acerca de lo que podía hacer la odontología forense, cómo con pocos elementos se puede llegar a la identidad de un asesino", explica Julio Rojas, el autor del thriller.

Además de su especialidad en el área de la salud, Rojas es guionista y se ha desempeñado en el libreto de cintas nacionales como "Mi mejor enemigo", "En la cama", "La vida de los peces" y "La memoria del agua". "El visitante extranjero" es su debut literario.


- ¿Cómo se le ocurrió situar a "Jack el Destripador" en Valparaíso?

"'Jack el Destripador' dejó de matar en noviembre de 1888, y como el cine nos ha enseñado, los asesinos no dejan de matar a menos que ellos mismos mueran o sean capturados. Lo más seguro es que haya escapado a Latinoamérica y luego, en abril del siguiente año, hubo muertes extrañas en San Francisco. En ese momento, el paso obligado desde San Francisco era Valparaíso. También coincidió con crímenes no reconocidos de mujeres en el puerto. "Jack el Destripador" es el asesino serial más mediático de occidente y como es un caso abierto, que nunca se resolvió, como narrador te da todas las posibilidades de fantasear, es una especie de mito fundacional".

- ¿Realizó algún tipo de estudio para retratar de forma verídica cómo era el puerto en el año 1889?

"Sí. Fueron cuatro años de investigación sobre el mundo científico y todos los mundos que encierra Valparaíso en esa época, desde las fiestas secretas de la alta sociedad, la vida en el puerto, el barrio chino... Fue un año bastante alucinante donde había mucha prosperidad y al mismo tiempo, contraste social y epidemias. También la sensación de euforia y bonanza económica antes de la crisis del año '91. Estaba recién llegando la ciencia, eso también es entretenido.

Hubo varias capas de investigación: primero, sobre la prensa de la época (fase a cargo de Bárbara Huberman). Luego, sobre las referencias literarias y cinematográficas en relación a la época, y finalmente, una investigación sobre los conocimientos odontológicos y médicos de la época".

- Hay una particularidad en el asesino, que solo escoge a mujeres como víctimas. ¿Qué lectura se le puede dar, en esta época de auge del feminismo?

"Claro, 'Jack el Destripador' es un femicida y sus móviles, evidentemente, son misóginos. La lectura actual es que la violencia de género siempre ha estado presente. También representa el poder del extranjero en un territorio 'exótico'. Me pareció que éramos muy vulnerables al extranjero que venía de alguna manera a hacer turismo sexual o científico a Chile. Naturalmente, el protagonista es impulsado y apoyado por mujeres empoderadas que también están tratando de resolver el crimen".

- Es la primera vez que salta del guion a la novela. ¿Qué diferencias pudo reconocer entre ambos formatos?

"Hay una diferencia en la libertad que te da escribir situaciones o lugares que son muy caros para el cine. En la literatura, tú puedes jugar con países y con secuencias de acción extensas... En la novela hay desde naufragios, hasta una persecución en París, una pelea en la Torre Eiffel y un enfrentamiento en el techo de un tren. Sencillamente, era una película inviable (ríe)".

Actualmente Rojas trabaja con la productora Fábula ("Una mujer fantástica") en la coordinación de series internacionales. Además, escribe la segunda parte de "El visitante extranjero". "El siglo XIX es tan rico en misterios que resulta atractivo para cualquier narrador", asegura.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?