SANTIAGO.- "Perdona Nuestros Pecados" llegó a su fin. Tras más de 300 capítulos emitidos y dos temporadas, la exitosa teleserie de Mega finalizó causando gran sorpresa en sus espectadores.
La producción creada por Pablo Illanes y que estuvo bajo la dirección creativa de María Eugenia Rencoret, logró convertirse en un éxito de sintonía gracias a su dramática historia transcurrida en el pueblo de Villa Ruiseñor entre los años '50 y '60. Así, durante su última emisión obtuvo 40 puntos de peak y promedió 35.6 en el rating on line.
A cuatro meses de iniciada su segunda parte y a cerca de un año y medio de iniciadas sus transmisiones (6 de marzo de 2017), finalmente concluyó una de las telenovelas nocturnas más exitosas de los últimos años. El amor entre María Elsa (Mariana Di Girolamo) y el padre Reynaldo (Mario Horton), además del destino del villano Armando Quiroga (Álvaro Rudolphy ), eran algunos de los desenlaces más esperados por los seguidores de la ficción.
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Disparos, muertes y la locura desatada de Isabel Quiroga (Alejandra Araya), marcaron el esperado episodio de esta noche. Luego de un violento episodio en la iglesia del pueblo, Isabel y Armando, dos de los más oscuros personajes de la teleserie, se quedaron atrapados en medio de un incendio en el templo religioso. Un disparo repentino casualmente a manos del villano, terminó con la vida de Isabel. A los pocos minutos, y sin poder salir del lugar, Quiroga al fin encontró la muerte, o al menos eso parecía en los inicios del capítulo.
Todo el resto de los personajes se salvó del violento comportamiento de Isabel, incluso su marido (Nicolás Oyarzún), a quien había herido con un cuchillo para secuestrar a su hijo Armandito.
Quien también logró evadir la muerte fue Bárbara (María José Bello). La profesora se había dado por muerta en el penúltimo capítulo, pero logró encontrar la fuerza para seguir con vida y continuar su amor con Meche (Soledad Cruz) en Santiago, lejos de los prejuicios y la violencia del pueblo que terminaron poniendo en riesgo su vida y la de su bebé.
Horacio Moller (Gabriel Cañas), su hermano Carlos (José Antonio Raffo) y Augusta (Fernanda Ramírez), finalmente terminaron en la cárcel por sus delitos de tráfico de drogas. En cuanto a Ángela Bulnes (Paola Volpato), quien logró sobrevivir al incendio de la iglesia, reapareció en el matrimonio de su hijo con el rostro semi quemado.
Transcurridos algunos meses, Quiroga regresa como si nada hubiera pasado para matar Reynaldo, quien al fin se había reencontrado con su eterno amor María Elsa. El trágico final de esta historia de amor, pasa desapercibido ante la escena del final de Quiroga, quien terminó siendo fusilado en la cárcel negándose a que vendaran sus ojos y sin querer recibir la bendición de un cura.
En la escena final, María Elsa aparece junto a sus tres hijos para despedir a Reynaldo a orillas de un lago. "Todavía hay mucho por lo que luchar", les dijo a los niños.
