"El infiltrado del KKKlan" está dirigida por Spike Lee.
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SANTIAGO.- Una historia real y dramática, convertida en una película divertida y repleta de ironías. Eso es lo que logró hacer Spike Lee en su último filme "El infiltrado del KKKlan", cuyo relato muestra la gran hazaña de un policía novato de Colorado Springs que, en conjunto con un compañero, se infiltran con éxito en el grupo local de los extremistas del Ku Klux Klan.
El director toca el tema con un alto nivel de humor y con personajes que se tornan caricaturescos en varias ocasiones. Aun así, se toma el tiempo de criticar a la sociedad estadounidense con innumerables ejemplos de racismo cultural y político.
La cinta se ambienta en la década de los '70, y parte evidenciando el racismo institucional de la mano de un líder que busca transmitir en televisión una arenga supremacista blanca. Tras ello, la cámara se traslada hasta la policía de Colorado, donde espera ingresar el joven afroamericano Ron Stallwoorth (John David Washington), quien se muestra educado, correcto y sin miedo a la discriminación.
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A sus pocos días de trabajo como policía, manifiesta su interés en el trabajo encubierto. Pese a que muchos evidenciaron su desconfianza en él, por el simple hecho de ser afroamericano, el oficial le concede a Ron la tarea de infiltrarse en un discurso masivo del ex líder de las Panteras Negras, Kwame Ture o Stokely Carmichael (Corey Hawkins).
Esa noche Ron conoce a Patrice (Laura Harrier), líder de la Unión de Estudiantes Afroamericanos del Estado de Colorado. Para grabar todo el "discurso de odio contra los blancos", él usó un micrófono bajo su ropa. A las afueras del lugar, se ubicaron dos de sus compañeros de la policía para monitorear la situación.
Pero Ron también quería saber qué estaba pasando por el otro lado, donde estaban los que detestaban a los afroamericanos. Respondiendo a un anuncio del Ku Klux Klan en el diario, tuvo la suerte de ganar la confianza y así dar el primer paso para ingresar al grupo. Obviamente, Ron no podía presentarse frente a ellos, por lo que para continuar la investigación su compañero Flip Zimmerman (Adam Driver) se convierte en la cara visible.
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Flip se presenta ante ellos como Ron Stallwoorth, mientras el verdadero Ron continúa hablando con ellos a través del teléfono. Para que nadie sospeche, unifican sus discursos.
Pese a todos sus esfuerzos, hay un miembro del KKK que comienza a sospechar de Flip porque nota algunos "rasgos" judíos en él. Con un notable y divertido comportamiento, Flip sale del paso y se gana la confianza de los más altos rangos. Tanto así, que incluso llegó a ser "bautizado" en el grupo extremista.
La seriedad y lo cómico fluyen en un mismo camino en la trama, y ese es sin duda uno de los aspectos más llamativos y destacables de esta cinta. El final termina en un caos para el Klan, pero Ron y su equipo también se verán expuestos a tomar decisiones incómodas e incluso se deja entrever que podrían correr peligro.
"El infiltrado del KKKlan" fue estrenada en Chile el pasado jueves 23 de agosto, y se puede ver en algunos de los principales cines del país.
