"Pancho" Molina, ex baterista de Los Tres: "Siempre intuí que no se iba a dar una reunión"

SANTIAGO.- Después de 12 años viviendo en Estados Unidos, Francisco "Pancho" Molina decidió volver a su hogar en Chile. Estando en Norteamérica, el baterista estudió gracias a una beca en la prestigiosa Berklee College of Music, en Boston, y continuó desarrollando su faceta como músico de jazz. Allá editó dos discos como solista: Open for Business (2011) y La Continuación del Sonido (2012). Moviéndose por la Costa Este del país y empapándose de una gran cantidad de sonidos en su paso por Nueva York, quien fuera el hombre de las baquetas en la formación original de Los Tres volvió hace tres años a Concepción, su tierra natal.

En la casa que lo vio crecer, Molina instaló un estudio de grabación y desde allí explora el hip hop, un género que como músico nunca había experimentado y que fue descubriendo mientras estuvo radicado en el extranjero. "Allá está bien fuerte el jazz y la música del mundo, en general. También el hip hop y es como re común el crossover. El hip hop es como el blues: permea todas las tendencias y está muy presente en el ambiente", dice.

"La verdad es que yo creo que está metido en toda la música popular y mainstream. Lo que tú escuches en cualquier país del mundo está heavymente influenciado por el hip hop: desde el reggaetón hasta cualquier banda que quiera hacer música pop, incluso rock. Todo tiene su dosis de hip hop".

Su apertura hacia este estilo musical hoy lo tiene como uno de los miembros de Jodelase, un colectivo que encabeza el rapero penquista José "Jodelase" Díaz y que en 2014 se reformuló como banda con la llegada de Fabián Núñez en el bajo, Gonzalo Novoa en guitarra y coros, y DJ Massivo en la tornamesa. Francisco Molina se sumó hace un año y medio al proyecto que cuenta con el EP No Como Otros, producido por él y mezclado en Nueva York por Jeremy Loucas, ganador del Grammy.

Este sábado 1 de septiembre, Jodelase abrirá el show de los raperos californianos Delinquent Habits en "La Bodeguita de Nicanor" de Concepción, donde mostrarán un repertorio compuesto por ocho canciones.

El viaje a las melodías urbanas y las rimas son la prioridad actual de quien fuera uno de los fundadores de Los Tres. Y aunque han pasado 18 años desde que abandonó el grupo, Francisco "Pancho" Molina asegura que se encuentra en paz con sus ex compañeros de banda, pues no hay temas pendientes entre ellos y las ganas de un reencuentro están.



- ¿Cuándo fue tu primer acercamiento con el hip hop?

- El primer disco de rap que escuché fue en Santiago, como en el año '90 o '91, y fue de Public Enemy. Luego de eso escuché Ice Cube y Dr. Dre. Me golpeó duro porque no entendía nada de las letras, porque era muy heavy el lenguaje. También los Beastie Boys, sobre todo su primer disco (Licensed to Ill, 1986), que eran puros riffs de guitarras, batería y voces. De ellos soy fan desde el comienzo y creo que es una de las bandas que más me ha influenciado, de verdad.

- ¿Qué artistas de hip hop escuchas en la actualidad?

- Kendrick Lamar. Nada que hacer, es poderoso. Sus tres primeros discos, sobre todo Good Kid, M.A.A.D. City (2012), es mi disco de cabecera. Es buenísimo y fue el José Díaz el que me lo presentó. Es impresionante porque a Lamar lo empecé a escuchar en Estados Unidos. También me gusta Janalle Monae porque su producción es fantástica e impresionante.

- ¿Cómo te sumaste a Jodelase?

- Todavía no me instalaba acá (en Concepción) y en unos de mis viajes pregunté a tres chicos de la escena musical si había un MC (nombre que se le entrega a quien que se dedica a crear letras de rap) que tuviera buenas letras y los tres me dieron el mismo nombre: José Díaz. Seguramente se corrió la voz porque estaba en un bar una noche y se me acerca alguien que me dice: 'Oye, supe que andabas preguntando por mí. Soy José'. Fue cool y le dije que me mandara las letras por mail y me llegaron unos textos impresionantes. Conversamos un poco más, me cayó súper bien y me gustó la honestidad de sus letras, la manera de alta poesía urbana que tiene, bien de frente y con mensajes clarísimos. Me emocionó.

La música es mía, la fui moldeando e hice nuevas armonías. Pero en esa sintonía mucho tienen que ver el bajista y el guitarrista, de abrirse a esta idea de hacer música y trabajar. Hay una química ahí que logré rescatar y se debe mucho a ellos. Respeto mucho lo que ellos hacen.

- ¿Por qué quisiste buscar un MC en Concepción y no en Santiago?

- Tiene que ver bastante con la manera de ver el goce de la música. Me di cuenta en Estados Unidos que no necesariamente uno tiene que estar en un lugar. En Nueva York estás un rato y luego viajas mucho y una vez que conectas con la gente, eso es.

Este trabajo se grabó en mi home studio, en la casa donde yo nací. Es bueno, porque es la segunda cosa que sacamos, básicamente. Con Álvaro (Henríquez) nos matamos aquí tocando en un lugar donde ahora tengo una mesa de sonido. Tiene esa connotación para mí importante. Entonces, pasa por ahí una apreciación de que se puede hacer música si uno está conectado con gente de todos lados. No le tuve miedo a Concepción y ya quería bajar la cortina de ciudades grandes porque igual viajo.

- Todo fue muy informal, nada concreto. No conversé nada al respecto con Álvaro, ni con Ángel, ni con "Titae". Solamente conversaciones de mánager que en un principio no pueden ser formales. Nada que te pudiera decir que estuvimos cerca.

- ¿Te habría gustado conmemorar los 20 años del Fome?

- Sí, tengo mucho cariño y respeto por lo que hice en Los Tres. No podría buscarme la cola y comérmela como si fuera un perro (risas). Al Álvaro lo conocí el '81. Fue de la mejor música que he hecho, Álvaro fue uno de los mejores letristas con los que trabajé en mi vida, de la mejor cepa de la música. Siempre intuí que no se iba a dar por las condiciones que estaban enfrentando todos. Ni una chance en ese aspecto. Yo estoy abierto a cualquier posibilidad. Mi condición en esa conversación fue que si no se juntaba Ángel no había ninguna chance de que yo apareciera.

- Porque es parte de la banda. Eso son Los Tres.

- Nunca he hablado con nadie desde el 2000 y yo creo que es súper sano. No me recuerdo una pelea puntual, no me recuerdo haber dicho no quiero saber nunca más de esta gente. Me recuerdo haber estado cansado y me recuerdo haberme dicho a mí mismo se acabó Los Tres.

Realmente le estoy tomando el peso a tres años de regresar a Chile y me doy cuenta lo importante que es para la gente Los Tres y todo bien con eso. No es una cuestión personal con ninguno de ellos. Es más artístico, quizás, más de distancia y de respeto por lo que cada uno quiere hacer.

- ¿Cómo te tomaste la noticia del mal momento de salud que enfrentó Álvaro?

- Hablé con su mamá. Cuando pasan estas cosas uno no solo piensa en la persona que conoció. El Álvaro es un hermano. Uno también piensa en la familia porque es una situación que involucra a mucha gente. La noticia de esto me removió bastante. Fue una gran pena, la verdad, y ahora una gran alegría de ver que está empujando. Tiene que tener una gran fuerza y energía para que se recupere y tengamos más canciones de él. Quizás lo mejor de él viene ahora.