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Ricardo Arjona en Santiago: Tibia entretención de un circo musical

El guatemalteco realizó la noche de este viernes, la segunda presentación en el país de su gira "Circo Soledad: La Despedida". Fueron poco más de dos horas de show, en el que el cantante revisó casi por completo su última placa y tuvo escasas intervenciones con sus seguidores.

29 de Septiembre de 2018 | 01:09 | Por Alondra Barrios Peñailillo, Emol
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Alondra Barrios Peñailillo, Emol
SANTIAGO.- En las innumerables ocasiones que Ricardo Arjona se ha presentado en Chile, el artista guatemalteco ha pisado escenarios tan diversos como los del Festival de Viña del Mar, Movistar Arena, y recintos varios en el norte, centro y sur de Chile. Pero el último paso que brindaría en Santiago no sería cualquiera, pues por primera vez el intérprete se dispondría a actuar en un emblemático lugar donde solo grandes estrellas de la música mundial han logrado atraer a hordas de fanáticos del país: el Estadio Nacional.

Aquello no ocurrió. Pocas semanas antes de hacer su debut en el recinto deportivo de la comuna de Ñuñoa, la productora TF4+Bizarro a cargo del evento informó -sin dar mayores detalles- que el show del intérprete en la capital se trasladaría a la Pista Atlética del coloso, siendo finalmente este el sitio donde Arjona se reencontró la noche del viernes con el público capitalino en la recta final de su gira.

Los focos se apagaron pasadas las 21:15 horas y una luz se proyectó al centro del escenario para iluminar a un hombre vestido como anfitrión de un circo que saludó al público, antes que el intérprete desatara los primeros gritos de sus admiradoras con las primeras líneas de la introducción de "Circo Despedida", incluida en su última producción cuyo título bautiza esta gira.

Emergiendo desde un cubo que se asemejaba a un pequeño proscenio de títeres, Ricardo Arjona se reveló frente a su fanaticada que no discriminó rango etario ni sexo. Con guitarra en mano y uniformado completamente de negro, el artista continuó con "Ella" y "Señorita", tracks de su reciente placa que él mismo ha definido como "el mejor disco de su carrera".

No fue hasta luego de un medley de "El problema" y "Tarde", que el cantautor pronunció sus primeras palabras ante los asistentes, mas no para saludar, sino para contar brevemente que "este circo pasó por muchas cosas. Pasó por cosas buenas y cosas malas", quizás como una forma de expresar los cambios de locación a última hora que tuvieron dos de sus fechas en Chile.

Ambientado como si se tratase del interior de una carpa, los siguientes 60 minutos del show estuvieron marcados por los típicos relatos con los cuales Arjona busca una respuesta de su público, recordando la primera vez que se presentó en Chile, aludiendo a modismos y preguntando cómo algunos de los presentes se las arreglaban para grabar su actuación sin cansarse al sostener inmóviles los celulares en sus manos.

Desde la mitad de su presentación en adelante, el repertorio fue intercalando canciones más recientes como "Hasta que la muerte los separe" y "Sin ti, sin mí", con temas clásicos de su catálogo como "Desnuda", "Historia de taxi" y "Realmente no estoy tan solo", todo a la par con intervenciones artísticas de otros personajes que realizaban piruetas en tela acrobática y dominaban clavas arriba de un monociclo.

Arjona se dio más tiempo para conversar con la audiencia antes y después de "Señora de las cuatro décadas". Finalizada esta, invitó a una fanática que al escenario que desde el fondo del público captó la atención del cantante cuando levantó un "42" esperando poder acercarse a él como regalo de cumpleaños. La mujer lo logró. Subió, lo abrazó y se sentó en las piernas de él.

Pese a la fuerza y energía que se mantuvo impecable hasta poco después de ese episodio, media hora antes de que finalizara su reciente paso por Chile, pareció que el intérprete deseaba culminar apresuradamente su actuación tocando sin detención hit tras hit y poniendo abruptamente punto final al show con "Minutos" y "Mujeres".

Sería mezquino desconocer que la calidad vocal, sonido y puesta en escena de esta segunda fecha en el país no estuvo a la altura de un artista de tal trayectoria como Ricardo Arjona. Otras actuaciones de él han sido mucho más superlativas en términos de interpretación y conexión con los y -sobre todo- las fans. Varias personas, incluso, hicieron abandono del estadio minutos antes de que todo concluyera.

En la fría jornada de la noche del viernes en la Pista Atlética del Nacional, se sintió una tibia actitud del guatemalteco cuyo carisma que desataba pasiones únicas a nivel local no fue tal.

Su próxima parada será el 30 de septiembre en el Estadio Ester Roa de Concepción, ciudad donde no cambió de recinto como sí ocurrió en la capital y antes en Antofagasta, y donde realizará el cierre definitivo de este "circo musical" que de entretenido tuvo poco.
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