SANTIAGO.- A ocho días de recibir cuatro premios en los 46º American Music Awards y galardonearse como la nueva artista del año, la cantante cubana-estadounidense Camila Cabello volvió a Chile para presentar su primer periplo musical como solista: "Never Be The Same".
De corsé y en un Movistar Arena medianamente lleno, la ex Fifth Harmony no sólo disfrutó de la comodidad de los siete mil asistentes — al contrario de su presentación en Lollapalooza 2018 — sino que también logró comunicarse con ellos en un fluido spanglish. ¿Por qué no únicamente en castellano si nació en un pueblito al noroeste de Cuba? La cantante de 21 años reveló justamente la respuesta: se queda en blanco cuando se pone nerviosa.
Luego de abrir el espectáculo a las 21:00 horas, con la canción que titula su recorrido musical, la joven intérprete presentó "She Loves Control", "Inside Out" y "Bad Things". Tres temas que coreó bajo llamativas luces rojas, en las que hizo gritar a los asistentes de izquierda a derecha y que darían paso a un cover del emblemático Elvis Presley con ella al teclado: "Can't Help Falling in Love".
"¡¿Todos ustedes quisieron venir a mi concierto?!", preguntó sorprendida y humildemente. Pareciera que Cabello aún no cree en las cifras que arroja la plataforma Spotify.
Es la cantante Nº25 más escuchada a nivel mundial y la primera en su género en alcanzar el billón de reproducciones.
El show continuó con "All These Years" y luego continuó con uno de los momentos más emocionantes de la jornada. Antes de cantar la primera estrofa de "Something's Gotta Give", la artista se fijó en los papelitos que alzaban sus admiradores y al leerlos respondió sollozando: "You are my reason to stay" ("Ustedes son mi razón para quedarme", en castellano). El público gritó de inmediato. Ya llevaban semanas organizándose en redes sociales para escribirle lo mismo desde Galería a Diamante.
Dentro de las ocho canciones restantes, en las que obviamente se incluyeron las afamadas "Havana" y "Sangria Wine", la perfomance de "Scar Tissue" se caracterizó por ser la más sensible. Mientras Camila confesaba que el tema que escribió con la inglesa Charlie XCX simbolizaba el acuerdo consigo misma de a veces sentir el dolor, un sensible compilado audiovisual se proyectaba en el escenario: marchas anti armas y en contra de la deportación, se unían con protocolos escolares en casos de ataques en base al lema #NoMore.
Previo al concierto de Cabello, otras once mujeres se habían tomado el control del Movistar: la trenzada Denise Rosenthal y su banda. Con ellas, la artista nacional compartió parte de su última producción "Cambio de piel" y sólo se alejó del encintado micrófono cuando los pasos de baile lo ameritaban. Para las 20:30 los asistentes ya habían sentido la letra de "Isidora" y aplaudido el pegajoso ritmo de "Lucha en equilibrio".
Al terminar el 42º concierto de su gira, Camila apareció con su madre en Twitter para agradecerle al público. Arriba en el cuadro y con mayúsculas letras rojas se leía: "Chile = la raja".
