SANTIAGO.- Los encargados de la
Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona acordaron pagar cerca de
41 millones de dólares (más de 28 mil millones de pesos) en un
plazo de 10 años, para terminar con el conflicto que existía acerca de la
legalidad de las obras, lo que permitirá mejorar el transporte en la zona que rodea a la construcción.
"La Sagrada Familia de Antonio Gaudí comenzó a construirse hace más de 130 años. Es uno de los elementos patrimoniales más reconocidos y queridos de nuestra ciudad. Es Patrimonio de la Humanidad desde 2005 y también es el edificio más visitado de Barcelona con 4,5 millones de visitas anuales a su interior", dijo la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, quien agregó que otros 20 millones de visitantes acuden cada año al sector en que se encuentra el edificio.
La autoridad añadió que "se había producido una anomalía acumulada con el paso de las décadas", que era que la construcción "se estaba haciendo sin licencia".
El edificio no contaba con un permiso municipal para realizar obras, sino que solo con "un permiso de 1885 del Ayuntamiento de Sant Martí de Provençals, que dio por respuesta a Antoni Gaudí un 'tramítese'", explicó el diario español El País, el que agregó que "el arquitecto no tramitó nada".
Con el acuerdo histórico firmado la semana pasada entre la actual administración gubernamental y las personas a cargo de la Sagrada Familia, se pagarán 41 millones de dólares en 10 años, los que serán utilizados para mejorar el transporte público, construir un acceso directo desde el metro a la basílica, reurbanización de las calles, el mantenimiento, limpieza, la seguridad y agentes cívicos del sector.
"Después de dos años de diálogo, hacemos un acuerdo que garantizará el pago de licencia, el acceso seguro al monumento y facilitará la vida vecinal con mejoras", publicó Ada Colau en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, los conflictos de la construcción están lejos de terminar, ya que el proyecto original de la obra de arquitectura considera una "rambla de acceso" que Gaudí imaginó para la fachada principal y que "supondría el derribo de prácticamente dos manzanas, la expropiación de negocios y de unas 150 viviendas, además de un túnel por encima de una calle con denso tráfico", explicitó El País.
Esta situación todavía genera críticas y no ha sido resuelta, no obstante la enorme estructura continúa su avance inmobiliario, que lleva más de un 70% construido y que se espera termine en 2026, cuando se cumplan 100 años de la muerte de Antonio Gaudí.
La basílica comenzó a construirse el 19 de marzo de 1882, día en que se puso la primera piedra. El primer arquitecto a cargo fue Francisco de Paula del Villar y Lozano, quien poco tiempo después abandonó la dirección de la obra por diferencias con los promotores. Fue entonces cuando Gaudí asumió el cargo, según informa sagradafamilia.org.