SANTIAGO.- Del amplio y variopinto catálogo de artistas que visitarían Chile durante 2018, un nombre femenino y latino se alzaba por encima de otras cartas musicales, sobre todo del género pop, porque hacía siete años que no asomaba por estos sectores.
Esa era
Shakira, que tras un acontecido 2017 marcado por aparentes problemas personales, deterioro en sus cuerdas vocales y la cancelación del inicio de su gira
"El Dorado World Tour" en Alemania, anoche regresó a Santiago, presentándose ante 45 mil personas en el Estadio Nacional.
Los primeros minutos no estuvieron exentos de polémica. Asistentes ubicados en sectores como galería y Andes hicieron notar su molestia por los inconvenientes con el audio durante las primeras canciones del show. Pero al margen de aquello, la intérprete colombiana más famosa -entre confeti, bailes frenéticos y fuegos artificiales- hizo una cronología de sus éxitos, yendo de "Estoy aquí", "Dónde estás corazón" e "Inevitable" hasta sencillos más recientes y ligados a los ritmos urbanos como "Perro fiel" y "Chantaje", que interpreta junto a Nicky Jam y su compatriota Maluma, respectivamente. Todos, desde luego, recibidos con el mismo fulgor por sus fanáticos.
Las quejas de lo poco que se alcanzaba a escuchar de su interpretación en las zonas más apartadas del recinto se fueron disipando con la candidez, carisma y sensualidad con la que bailó la danza del vientre a la que tanto le ha sacado partido desde su incursión en el mercado anglosajón con "Suerte" y su versión en inglés "Whenever, wherever". Pero en el escenario, Shakira sabe que la potencia de su música también está en las baladas clásicas de sus primeros años del completo gusto y aprecio de su público que la ha seguido desde sus inicios, como "Tú" y "Antología".
Y para la parte final, la batería de éxitos se cargó a sus éxitos mundialistas de Brasil 2014 y Sudáfrica 2010, con "La la la" y "Waka waka", la antesala de otras dos potentes armas de su repertorio: "Hips don't lie" y "La bicicleta", que acabando entre papeles picados de múltiples colores y fuegos de artificios, dieron cuenta que más allá de la barrera idiomática que puede enfrentar en algunos lugares y los vaivenes en los que se ha visto inmersa por las molestias en su voz, Shakira es sin duda la gran y única estrella hispana que ha sabido dominar al mundo por mérito propio en los últimos 20 años.