SANTIAGO.- La tercera edición del festival Santiago Gets Louder congregó a más de 15 mil personas en el Movistar Arena para presenciar la actuación de bandas nacionales y extranjeras, alcanzando de paso éxito de ventas en los boletos.
El conjunto santiaguino Temple Agents fue el encargado de abrir la jornada junto a los también locales de Criminal. Ambas agrupaciones ofrecieron sus presentaciones en el Monster Stage. Más tarde fue el turno de Black Star Riders, liderada por Scott Gorham, guitarrista histórico de Thin Lizzy, quienes hicieron su debut en el país de la mano de un nuevo disco, Heavy Fire (2017).
Sin embargo, gran parte del público que llegó hasta el Movistar Arena la tarde de ayer viernes fue para presenciar a Alice in Chains y Judas Priest, los platos fuertes del encuentro musical y los encargados de cerrar la versión 2018 del Santiago Gets Louder.
Jerry Cantrell y compañía subieron al escenario poco pasadas las 19:15 horas arrancando con la potente "Check My Brain", del álbum Black Gives Way To Blue (2009), el primero que cuenta con la participación de William DuVall en la voz.
En la tercera visita de la banda de Seattle a nuestro país, este último cobró muchísimo más protagonismo en su rol frente al micrófono. Apuntando siempre a los fans con tu guitarra y acercándose a cada extremo del escenario para oír cantar el público ubicado en los asientos de las galerías, el artista se empoderó en su papel, aleonando a los presentes en sus cantos y tomando la palabra para agradecer la buena acogida en nombre de él y sus compañeros.
Clásicos como "Down In A Hole", "Heaven Beside You", "No Excuses", "Would?" y "Rooster" fueron las postales que marcaron la actuación de Alice in Chains, donde la vibra y mística entre artista y fanático quedó plasmada en el recuerdo con sus enérgicas interpretaciones arriba y bajo el escenario, respectivamente.
En esta ocasión, además, el otrora cuarteto grunge también repasó material de Rainier Fog (2018), su más reciente material del tocaron singles como "Never Fade" y "The One You Know".
Una hora después del show de Alice in Chains, fue el turno del heavy metal de los ingleses de Judas Priest, que conjugaron grandilocuencia, entretenimiento y un gran puñado de éxitos. Con "War Pigs" de Black Sabbath como cortina de introducción, Rob Halford y los suyos salieron a escena, aunque sin Glenn Tipton, quien tuvo que abandonar la gira luego de ser diagnosticado de Parkinson. En su reemplazo estuvo Andy Sneap, que se acopló bien al conjunto.
Con "Firepower", canción que también le da el nombre a su última placa de 2018, Judas Priest comenzó a despedir la cita entrando también en jugo "Sinner", "Turbo Lover", una potente "Another Thing Coming", "Hell Bent For Leather" y "Painkiller", las dos últimas con Halford montado en Harley Davidson.
"Electric Eye", "Breaking The Law" y "Living After Midnight" seguidas sin pausas una tras otra fue el remate final de los británicos que lograron sacar el músico interno en varios de los espectadores que mientras agitaban sus cabezas, simulaban ser un Judas Priest más tocando imaginariamente solos de guitarra.
