SANTIAGO.-
Robbie Williams se lució en el Movistar Arena. En su esperado
regreso a Chile, que había tardado
doce años, el británico deleitó con su voz, bromeó, bailó y se dio varios espacios para interactuar con el público.
A las 21:30 horas en punto, el ex integrante de
Take That se subió al escenario del recinto del Parque O'Higgins para deleitar a su entusiasta fanaticada.
El show inició entre bailarinas vestidas al estilo de luchadoras y con Williams de espalda con una capa de boxeador roja brillante. Su primer tema:
"The Heavy Entertainment Show", la canción que le dio nombre a su más reciente trabajo de estudio, y también a
esta gira que lo trajo de regreso a Sudamérica. De su último disco estrenado en 2016, entonó además
"Party Like a Russian" y
"Love My Life", temas que aunque no fueron coreados a gritos por los asistentes, sí lograron entusiasmar, especialmente por la energía que el propio cantante transmitía sobre las tablas.
El escenario era ideal para lo que Williams tenía preparado. Una extensión en medio de la localidad de Cancha Vip, le permitió acercarse al público de Cancha General y desplegar bailes y performances en compañía de sus tres coristas y seis bailarinas. En dos ocasiones, se dio el gusto de bajar a compartir con sus fans y regalar besos a dos de ellas.
Uno de los momentos que generó mayor empatía fue cuando el intérprete decidió invitar al escenario a una de sus eufóricas seguidoras para entonar
"Something Stupid", mientras él la abrazaba sobre un sillón. El artista se dio el tiempo de cantarle a capela, autografiarle su brazo e incluso tomarse una selfie. El instante lo culminó entre aplausos que agradecían su buen humor.
El sonido estuvo impecable, y aunque su voz pudo haber sonado forzada con los tonos altos de canciones como
"Tripping", el inglés se destacó por mantener un buen nivel vocal en sus cerca de dos horas de presentación.
En la segunda parte de su show, Williams puso el foco en sus grandes éxitos. La melancolía de
"She's the One", sus movimientos con
"Feel" y el baile con
"Rock Dj", fueron la previa para poner el broche de oro al gran retorno del británico.
"Better Man" a dueto,
"Angel" y
"My Way", fueron sus últimos tres singles en la cúpula del Movistar, concretando un show enérgico y completo que hizo olvidar que, en marzo de este año, el propio cantante declaraba tener una enfermedad psiquiátrica que "quiere matarlo" y que lo ha obligado a tomar distancia de la vida pública en varias ocasiones.
