SANTIAGO.- La escultura "Unidos en la gloria y en la muerte" había tenido casi 90 años de paz, hasta que a comienzos de febrero de 2018 un camión que ayudaba en las labores de desarme de la reciente Fórmula E que pasó por el centro de Santiago la golpeó.
Entonces, la obra de Rebeca Matte adquirió un protagonismo inusitado y abrió un debate en torno al lugar que ocupan las piezas artísticas en la sociedad chilena. Las figuras de Ícaro y Dédalo se transformaron, de alguna forma, en un símbolo.
Tras seis meses de trabajo de reparación y una inversión que superó los $40 millones, la escultura volvió a ocupar su lugar habitual en el fontis del Museo Nacional de Bellas Artes. A menos de 24 horas de su reinauguración, la figura de bronce estaba rayada. Este sábado, ininteligibles letras rosadas volvieron a dañarla. Aunque fue limpiada el mismo día, el fenómeno aumentó la preocupación de la comunidad artística.
Cuidar el patrimonio
Es el sentimiento que expresó la propia ministra de las Culturas y las Artes, Consuelo Valdés, quien mira con buenos ojos el creciente interés que demuestran los chilenos por vincularse con el arte, lo que ella evidencia en la masiva concurrencia de público en el Día del Patrimonio Cultural —que a partir de este año se extiende por dos jornadas— o a los Museos de Medianoche.
"El arte público y los bienes patrimoniales pertenecen a todos los chilenos, a los actuales y a las futuras generaciones. Los que nos van a suceder tienen tanto derecho como nosotros para conocer ese arte, apreciarlo y hacerlo parte de su vida"
Ministra Valdés
Por eso considera que el rayado fue "ofensivo hacia nuestros artistas visuales". La ministra resaltó el carácter público de obras como la de Matte, que para ser visitada no requiere pago de entrada de ningún tipo. "Es faltarle el respeto a ellos, a esos artistas que con todo el talento que tienen, con sus sacrificios personales, le agregan tanto a nuestras ciudades, pueblos y cultura, que se destruye y se destroza", aseguró.
"El arte público y los bienes patrimoniales, que son la identidad de nuestro país, pertenecen a todos los chilenos, a los actuales y a las futuras generaciones. Los que nos van a suceder tienen tanto derecho como nosotros para conocer ese arte, apreciarlo y hacerlo parte de su vida", agrega.
La ministra, por tanto, señaló que la función de la cartera es la de propiciar, en unión con "parlamentarios, alcaldes, la sociedad civil, juntas de vecinos y aristas", la creación de "nuevos espacios para que los artistas visuales puedan manifestar su arte y hacer sus creaciones". "¿Para qué ir y vandalizar obras que ya existen, de artistas que los han antecedido?", se pregunta.
El camino "formativo"
Valdés, además, considera que la cultura tiene la propiedad de "hacernos mejores personas", un derecho que, considera, se debe "resguardar". En ese sentido, aseguró que hoy avanzan iniciativas en el Congreso Nacional, que se encuentran en un "estado avanzado en el trámite legislativo" y que cuentan con apoyo transversal de las bancadas para proteger el patrimonio.
Adicionalmente, la ministra confirmó que convocó a un grupo de alcaldes hace dos semanas con el fin de "conocer el diagnóstico de la situación, qué están haciendo y en qué podemos contribuir como ministerio", señaló, afirmando la necesidad de "unir fuerzas".
En cuanto a acciones legales, el ministerio confirmó que volverán a dejar una denuncia por el hecho ante fiscalía y una querella en los Tribunales de Justicia. "Pero ese no es el camino final", aseguró la ministra.
A su juicio, para llegar a una solución efectiva, la única manera de hacerlo es fomentando la formación. "Uno es el aspecto cognitivo y explicativo, pero otro es el de la formación y el de insistir en que los niños conozcan y aprecien", comentó.
"El arte no pertenece al ministerio: pertenece a todo Chile", añadió la ministra. "Para cuidar algo hay que conocerlo primero".
