SANTIAGO.- Ayer concluyó la Feria Ch.ACO (Chile Arte Contemporáneo), evento que busca impulsar y desarrollar internacionalmente la industria de artes visuales en Latinoamérica y que este año cumplió una década de existencia.
En esta versión, la actividad se desarrolló en el Edificio Parque Arboleda Lo Curro, un proyecto residencial en construcción. Sin embargo, la ubicación influyó en que no asistiera mucho público: si en 2017 un total de 15.000 personas visitaron la feria, este año la cifra disminuyó a cerca de 10.000, según cifras de Ch.ACO.
"La pequeña frustración después de 10 años siendo directora de esto con Irene (Abujatum), es que
sentimos que es un trabajo inmenso y quizás por este formato de cinco días, que es el formato de ferias internacionales, es que no se logra todo lo que uno sueña todo el año", confesó a
Emol Elodie Fulton, una de las directoras de la Feria.
La arquitecta belga explicó que
ha sido difícil tener una buena recepción del público en nuestro país.
"El público internacional está acostumbrado al hecho de que no siempre sea el mismo lugar, que la distancia no sea tan corta, el lugar tan céntrico. El deseo es ver obras de arte, es un momento único, de participar de una visita guiada…", afirmó Fulton.
Años atrás la feria se realizaba en la Estación Mapocho, pero luego se decidió cambiar de lugar cada año.
"Esta movilidad de la feria es un concepto que queremos mantener para que los invitados descubran cosas nuevas. Acostumbrar al público chileno a que el lugar siempre va a cambiar, por lo tanto tiene que buscarlo… estamos generando una intriga, entonces hay que aceptar esa regla también", justificó la directora.
La arquitecta aseveró que la alta audiencia que recibían en Estación Mapocho, no se repetirá en las actuales versiones de la feria.
"Allá era un concepto, una idea de política cultural. Nosotros
somos una feria de arte y nuestros clientes son las galerías, que pretendemos que vendan (...) Es una
experiencia completamente comercial, no solamente cultural, entonces, el público que ha venido ha cumplido con nuestra expectativa que es comprar", explicó Fulton.
Las galerías opinan
Emol contactó a las directoras de diferentes galerías de arte, quienes coincidieron en que la ubicación influyó en la baja afluencia de público.
"Los últimos días fue un poquito más de gente, pero no hubo gran concurrencia como el año pasado", dijo Rosita Lira de Galería Artespacio, quien agregó que quizás faltó una mayor difusión del evento en el sector donde se realizó.
"El lugar era muy difícil porque no tiene acceso. Por ejemplo, yo tengo a mis ayudantes, que tenían que caminar 20 minutos, las tenía que ir a buscar yo", dijo Isabel Aninat, directora de Galería Aninat.
Al ser consultadas respecto a cuántas obras de arte vendieron, ambas prefirieron no revelar cifras, pero admitieron que las ventas disminuyeron en un 50%.
En esa misma línea, la directora de la galería La Sala, Alejandra Chellew, sostuvo que a su juicio "una feria podría estar mejor ubicada, porque es para todo Santiago", y agregó que el transporte y una ubicación más céntrica permite que más personas se acerquen.
Chellew añadió que cuando el evento se realizaba en Estación Mapocho, la gente compraba más. "Yo tenía el estudiante, la persona más joven o el empresario que me compraba en varias cuotas, pero tenía acceso al arte. Aquí a lo mejor yo tuve un público que me compraba al contado, pero también me interesa el llegar a otros públicos, que es lo que el arte busca al final, es para todos", explicó.
No obstante, las directoras de galerías destacaron la calidad de la feria, los conversatorios que se realizaron, la presencia de público joven, y el esfuerzo y compromiso de parte de las organizadoras por mejorar la situación.
