SANTIAGO.- Siete años tardó Lars Von Trier en regresar a Cannes. Ese fue el costo que tuvo que pagar por sus escandalosas declaraciones sobre Adolf Hitler en 2011, cuando manifestó que simpatizaba con él y que incluso lo entendía. La organización del prestigioso festival no pasó por alto los dichos del danés y lo declaró "persona non grata".
Recién este 2018, en el marco de la edición número 71 del certamen, las autoridades de Cannes decidieron levantar el veto al cineasta y dejarlo proyectar su nuevo trabajo: "La casa que Jack construyó", protagonizada por Matt Dillon, Bruno Ganz y Uma Thurman.
El arribo de la cinta a Cannes no pasó desapercibido, y varios críticos calificaron su nueva obra como "excesivamente cruel" y "desagradable de ver". La cinta de dos horas y media, retrata a un asesino en serie lo suficientemente perturbador para que decenas de personas decidieran abandonar la sala en que se estaba exhibiendo.
Foto: Zentropa Entertainments
La crudeza de la mentalidad de un psicópata es la tónica del relato. Todo comienza con una voz en off de un indolente Jack (Dillon), quien comienza a detallar cinco incidentes de su vida que lo convirtieron en un asesino digno de estudiar. Sus relatos completos de reflexiones banales se acompañan por imágenes exasperantes que, efectivamente, pueden causar repulsión a más de un espectador.
Sus crímenes se ambientan en Estados Unidos en un pueblo de amplios bosques y semi abandonado. Su lista de muertos ya va en cerca de 60, y mientras no asesina se concentra en la creación de su nueva casa a orillas de un lago. De profesión es ingeniero, pero siempre ambicionó ser un arquitecto. Es un conocedor del arte y de la historia europea, y lo hace saber mientras repasa crueles capítulos de su vida.
Foto: Zentropa Entertainments
Jack ha matado principalmente a mujeres, y a un par de niños a los que engañó para asesinarlos tal y como estaba preparado en su mente, en una escena compleja de observar. Pero lo más malvado viene en un flashback de su infancia, cuando amputa el pie de un patito amarillo y lo vuelve a colocar sobre el aguar para ver cómo sufre. Ese momento en particular, Von Trier lo hace ver horriblemente real.
Aunque hay ocasiones en que se puede tornar más lenta de lo que uno quisiera, el final viene a saldar esos momentos. Los minutos finales le entregan a la película la estructura y ritmo necesarios para culminar en grande una comedia negra interesante.
"La casa que Jack construyó" llegará a la cartelera nacional el próximo 6 de diciembre.