SANTIAGO.- Veintisiete instrumentos musicales intervenidos por destacados artistas nacionales, serán subastados en favor del programa "
Vive la Música" de la
Orquesta Sinfónica de Panguipulli, que actualmente beneficia a 1.500 niños del sector.
La iniciativa "Pintando la Música por Panguipulli" fue impulsada por la Corporación de Adelanto Amigos de Panguipulli, y artistas como como Bororo, Ismael Frigerio, Valeria Burgoa, Gonzalo Cienfuegos, Conchita Balmes y Bruna Truffa se sumaron a la causa, entre otros pintores.
El director de la orquesta, Alexander Sepúlveda, explicó a Emol que con el programa "más que haciendo músicos estamos generando un cambio social a través de la música en la comuna".
Sepúlveda agregó que con el proyecto intentan impulsar un "espiral positivo que no solo conlleva la práctica musical, sino que también conlleva el involucrarse con su entorno familiar a través de la música".
Violín intervenido por Carola García Huidobro. Créditos: C. Galería Isabel Aninat
El directo añadió que buscan "generar hábitos de estudio y formación, más allá de lo estrictamente musical, entregando herramientas para la vida y para que sean mejores personas el día de mañana".
Sin embargo, el artista aseveró que "mantener un programa musical tiene un costo altísimo", y afirmó que "todas estas ayudas que recibimos a través de la subasta nos permiten comprar accesorios e instrumentos".
Asimismo, señaló que "hoy día los niños tienen clases con un profesor gratuito, tienen instrumentos y accesorios de muy buena calidad".
Las obras intervenidas van a ser expuestas al público en la Galería Isabel Aninat el 2 y 3 de diciembre. El lunes se realizará también el remate, a las 20:00 horas en la galería.
En la página amigosdepanguipulli.com se pueden revisar los instrumentos que fueron transformados en obras de arte, como también en las redes sociales de la corporación.
Vive la Música
Programa Vive la Música. Créditos: Cortesía Galería Isabel Aninat.
Sergio Sepúlveda lleva 12 años siendo el director de la Orquesta Sinfónica de Panguipulli, proyecto que comenzó gracias al trabajo de la Fundación de orquestas juveniles e infantiles de Chile (FOJI) en conjunto con la municipalidad de la ciudad.
La iniciativa comenzó poco a poco a crecer, hasta que "se pega un gran salto cuando se crea la casona cultural en Panguipulli", explicó Sepúlveda.
"Hace 5 años atrás nos dimos cuenta que algo estaba cambiando porque llegaron muchas audiciones a la casona cultural (para ser parte de la orquesta). Cerca de 95 audiciones, y teníamos 15 cupos", dijo.
Fue entonces cuando se creó el plan piloto "Vive la música", un proyecto estructurado por edades que enseña a los niños a relacionarse con el mundo musical y que actualmente se implementa en colegios del radio urbano y escuelas rurales.
"Estamos empezando a generar esta vinculación con la música en las salas cunas, entonces, cuando ya el muchacho entra a primero básico y tú le pasas un instrumento, ya tiene conocimientos musicales adquiridos".
Sepúlveda agregó que de esta manera "los 12 años de formación tradicional nos van a permitir tener un músico con doce años también de formación instrumental… así que yo creo que no es extraño pensar que el día de mañana Panguipulli tenga una orquesta semiprofesional o profesional".
La Orquesta
Por Lorenzo Moya. Créditos: Cortesía Galería Isabel Aninat
Actualmente la Orquesta Sinfónica de Panguipulli está conformada por más de 50 niños, lo que son seleccionados acorde a sus capacidades musicales.
"En los años que llevo trabajando en la orquesta hay una evolución gigantesca que hemos tenido dentro de los niños de la comuna. Hoy día no es raro que los mismos muchachos (del grupo) decidan estudiar música. Tenemos un par que están fuera del país, en Francia y en Argentina".
El director afirma que el cambio cultural que se está desarrollando se evidencia en la formación de una audiencia de los espectáculos culturales. Las familias y los mismos ex miembros de la orquesta participan de los eventos.
"El fin de semana recién pasado tuvimos dos encuentros de orquesta con 230 músicos en Panguipulli, ¡eso es raro! Es que está pasando una transformación social a través de la música, claramente".
El director concluyó que no solo se les entrega música a los niños, sino que la práctica instrumental involucra otro tipo de cambios: "Te hace niños que también se concentran un poco más, que ajustan sus tiempos para el estudio, que el día de mañana, cuando pasen a una universidad no se van a ver tan agobiados con la carga que conlleva estar en una universidad".