LA HABANA.- El trovador cubano Silvio Rodríguez afirmó que el polémico decreto gubernamental para regular la prestación de servicios y los contenidos culturales en Cuba no fue consensuado antes con los artistas y propuso una moratoria hasta que se discuta y se "resuelva una modificación aceptable".
"El Decreto 349 fue algo que le pusieron delante a nuestro presidente (Miguel Díaz-Canel) para que lo firmara, sin haber sido discutido entre los artistas", escribió el cantautor en respuesta a comentarios en su blog personal "Segunda cita", convertido en espacio de debate intelectual sobre la actualidad en la isla.
Rodríguez advirtió de que la resolución "fue algo cocinado entre pocos" e insistió en que "
una disposición de esos alcances debe tener un origen -y un fin- más democrático".
"Puede que el Decreto 349 tenga muy buenas intenciones pero estoy seguro de que sería mejor si se discutiera con los artistas. Prometo acatar lo que decida la mayoría", aseguró.
La normativa, que entrará en vigor el próximo 7 de diciembre, fue firmada por el mandatario Díaz-Canel el 20 de abril pasado, un día después de recibir la Presidencia de manos de Raúl Castro y convertirse en el primer gobernante del poscastrismo en Cuba.
En la regulación se estipulan hasta 19 violaciones, entre ellas divulgar contenidos audiovisuales o culturales violentos, pornográficos, discriminatorios u ofensivos hacia los símbolos patrios.
El punto más polémico es el que obliga a que los artistas estén adscritos a una institución cultural del Estado, a la que deben solicitar permiso expreso para poder actuar, exponer y comercializar su trabajo.
Para el Gobierno esta norma es un "avance" para "detener el retroceso de la calidad del consumo cultural" y alega que "
está llamado a operar sobre la circulación, no sobre la producción de la obra artística".
Las "manipulaciones" y las "campañas" para presentar al Decreto 349 como "un ataque inexistente a la libertad de creación" han sido "obviamente" orquestadas por "enemigos de la Revolución", declaró una funcionaria del Ministerio de Cultura al diario estatal Granma.
La misma directiva reconoció sin embargo que "incluso entre compañeros serios" existe "el temor de que puesto en manos de funcionarios sin preparación, o de alguien extremista, el Decreto se convierta en una herramienta de censura".
Para Silvio Rodríguez, considerado uno de los "cantores de la Revolución", este es "el clásico caso de que en vez de discutir constructivamente las cosas, se las dejamos a los que quieren destruir".
"Lo que sí está claro es que lo firmado está firmado. Quizá debiera hacerse una moratoria del decreto, hasta que se discutiera y se resuelva una modificación aceptable", propuso.