ROMA.- Hace tiempo que Villa Sciarra, situada en las laderas del monte Gianicolo de Roma, ya no luce igual que antaño por las pintadas que cubren sus paredes, lo que ha llevado a la municipalidad a ponerse manos a la obra para eliminar todo rastro de vandalismo.
Según informó el Consistorio romano, la parte más afectada de esta histórica villa, ahora reconvertida en parque público, es una galería con columnas que, desde hace años, tiene todos sus elementos teñidos de tinta: los peldaños, las columnas e incluso el dintel que sostiene la cúpula de hierro forjado.
También se incluirá en la intervención la valla del parque, muy dañada por las pinturas vandálicas en el tramo adyacente a la galería, donde decenas de inconscientes han dejado su "huella" en forma de nombre y fecha de su visita, entre otras señales.
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Constituida como una estructura circular abierta, la marquesina está custodiada por ocho columnas de piedra caliza, decoradas con relieves y motivos vegetales y con capiteles corintios.
Aunque ya desaparecidos, la estructura también incluía una mesa central y siete bancos colocados entre las columnas.
El origen de Villa Sciarra se remonta a siglos atrás, pero fue el estadounidense George Wurts, un apasionado de los jardines, quien, con su adquisición en 1902, le dio su apariencia actual e introdujo la galería.
Tras la muerte de Wurts en 1928, su viuda regaló la villa al Estado italiano, que la cedió a la Municipalidad de Roma.
Hay incluso leyendas que cuentan que durante el Imperio Romano, la villa pasó a formar parte del enorme espacio verde conocido como "Horti Caesaris" y que allí el emperador Julio César alojó, entre otras personalidades, a la reina Cleopatra durante su estancia en Roma.
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La municipalidad no ha sido la primera que ha decidido devolver un poco de esplendor a esta villa. Hace tres años que un grupo de ciudadanos reunidos en la asociación 'Amigos de Villa Sciarra' se pusieron a trabajar para remediar el "estado de abandono" de este espacio.
"Ver la villa así es una herida, un dolor que no podemos seguir sintiendo", lamentaron hace unos meses en un video colgado en su perfil de Facebook.
La asociación organiza regularmente limpiezas del parque para mantenerlo en buen estado y actividades para recaudar fondos que permitan introducir mejoras.
En muchas ocasiones, además, ha condenado los actos vandálicos en la villa y ha animado a denunciarlo: "Basta de pintadas en la galería. Si ven a alguien con rotuladores, informen y hagan fotos para que podamos enviarlas a los responsables municipales de Bienes Culturales", pidieron los promotores en las redes sociales.
Devolver a la galería la cara que lucía antaño costará a la municipalidad 6.270 euros (casi 5 millones de pesos), en una intervención que arrancó hace unos días con un primer lavado de toda la superficie de piedra.
Después se aplicará un gel para eliminar los grafitis, se aclarará con agua a presión y, si quedan rastros, se usará una pistola de chorro de arena.
Y por último, un protector antipintadas intentará evitar que esta joya histórica de Roma no vuelva a quedar manchada y luzca de nuevo su esplendor.