SANTIAGO.- Hace 21 años,
Marco Antonio Solís llegó por primera vez al
Festival de Viña del Mar para participar como miembro del jurado de la competencia oficial del certamen. Ahora, con ya 43 años de trayectoria, el mexicano completó su sexto show en la Quinta Vergara, demostrando su
innegable talento, simpatía y carisma.
El intérprete estuvo cerca de dos horas en el recinto de la "Ciudad Jardín", donde sorprendió, emocionó e hizo bailar al "Monstruo" que no quería que acabara su espectáculo.
Entre sus canciones, el mexicano se dio el tiempo de agradecer a sus fanáticas, las "damitas", y dedicó temas a sus seguidores de toda Lationamérica. "Un abrazo a todos los televidentes que están en sus casa. Gracias por tanto apoyo", declaró en los primeros minutos sobre el escenario.
"Invéntame", "Dios bendiga nuestro amor", "Se va muriendo mi alma", "Mi eterno amor secreto", "Tu cárcel", fueron solo algunas de las casi 20 canciones con las que Solís deslumbró en el Festival.
Una de las sorpresas que el cantante ya había adelantado, es que cantaría en compañía de sus hijas Marla y Alison. Justo antes de ser interrumpido por los animadores, entonó "Dónde estará mi primavera" junto a ellas, quienes demostraron una gran calidad vocal.
Gaviota de Plata, de Oro e incluso las llaves de la "Ciudad Jardín", le fueron entregadas a la estrella de la música latina, quien agradeció todas las muestras de cariño y señaló: "Dios bendiga a Chile".
En todo momento, Solís fue acompañado por un grupo de coristas, una banda instrumental y un equipo de seis bailarines, quienes se lucieron con coloridos trajes mientras sonaban algunos de los temas más movidos del repertorio del cantante, como "La venia bendita" y "Más que tu amigo".
Su show marcó un peak de 45 puntos de rating, y promedió 39,4 entre las 22:00 y las 23:44 horas, según información preliminar.