Juicio al trabajo de los animadores de Viña 2019 |
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Me parece que han actuado correctamente, no han tenido mayores problemas. Me parece un poco forzado que estén siempre juntos y de la mano, del brazo. Por ejemplo, uno podría haber presentado la competencia internacional y otro la folclórica, una cada uno para despegarlos un poco. Ahora, honestamente ellos no han puesto ningún estilo ni ninguna cosa nueva. Aquí lo que se reafirma es que el único que puso un estilo, un símbolo del festival fue Antonio Vodanovic, gústele a quien le guste. Alfredo Lamadrid, director del Festival de Viña en 1997. Respecto al manejo de la situación con Jani Dueñas, yo creo que ellos estaban esperando una decisión del director del programa, del director de la transmisión. Porque uno siempre espera que la gente se vaya rearmando, que logre buscar un punto de contacto con el público, que logre dar vuelta la situación. Ha habido personas que la han dado vuelta, como Palta Meléndez. Entonces, yo creo que en esa oportunidad ellos también esperaban la decisión del director para ver si interrumpen a la persona, que también se le puede crear un gran problema al no poder realizar toda su rutina. Ella a lo mejor tenía esperanza que en alguna parte, en otra que venía más adelante, qué se yo. Así que ahí es una decisión que se toma en conjunto, el director con los animadores. Yo creo que estuvo bien, porque ella decía continuamente 'este es mi trabajo y tengo que hacerlo'. "Me parece que no es el lugar ni les corresponde a ellos dar una opinión de ese tipo" (sobre Venezuela). "Yo creo que han tenido facilidad de palabra, lo han hecho bien. Voy a ser muy franco, no creo que la animación sea tan importante. Los medios le dan demasiada importancia. Encuentro que lo han hecho correctamente". |
Creo que la opción de los canales de llevar a un hombre y una mujer conlleva la complicación de que puedan no tener química. En este caso los animadores tuvieron al principio -como ha pasado con los que no tienen experiencia arriba de la Quinta- un comienzo no acorde con lo que el Festival esperaba. Fue demasiado ceremonioso, no tenía el carácter de ser una animación festivalera en la obertura. Ahí se cometió un error. Eduardo Ravani, director del Festival de Viña en siete ocasiones. El homenaje debía haber sido antes que la presentación porque este hecho de participar ellos, incluso de manera política, y hacer este (discurso) quizás tímido -en un sentido con no estar acorde con el ritmo y la forma del tratamiento con el público- pienso que daba como para entender que no iba a ser una buena experiencia de animación. Pero, al pasar la jornada eso mejoró sustantivamente y se produjo química entre ellos que se nota en el escenario. Yo pienso que la animación ha sido bastante de fuerza, activa, con una presencia simpática con algunos encuentros como fue el beso, la intervención con la Jani, con Marc Anthony. Entonces, todo eso le dio una forma, un tratamiento a la animación que la hizo soportar con creces la presentación del primer día. El primer día fue como una especie de timidez que venía escondida y no saber si iba a funcionar. Yo creo que eso le pasaría a cualquiera que entra por primera vez en la cancha. Pero al correr de la jornada, a mi juicio, demuestra una química muy fuerte. Me sorprendió María Luisa porque lo hizo con elegancia y además con una actitud de fortaleza y personalidad que permite decir que cumplió con creces sus labores de animadora. Ahí no hay como una dependencia de la animadora frente al animador. Hay una dupla y eso se nota, se da a entender de forma física, gestual, el tratamiento del lenguaje, y lo hace exitosa. Yo pienso que lo han hecho muy bien. El público es dominable, tiene actitud de masa y reacciona como tiene que reaccionar cualquier público. Ellos han sido capaces de enfrentarlo bien y han tenido una buena comunicación con el público. Además, hay cosas que ya son ritos permanentes. El uso manoseado de las gaviotas, la de oro, la de plata... eso es un compromiso. Muchas veces ni siquiera viene del público diría yo. Todos los artistas tienen que llevárselo, a menos que el rechazo sea muy grande. Pero no hay nadie que se haya subido en los últimos años que no haya recibido algún premio, eso yo lo doy por sentado. No es como la actitud de décadas anteriores donde el encontrarse con un premio hacía que también hubiera un terror por el monstruo. Eso ya no se da tanto. |