La fundación de la familia Sackler, a cuyo nombre está ligado el escándalo por la grave crisis de opioides que sacude a Estados Unidos, anunció hoy que suspenderá sus donaciones filantrópicas en Reino Unido.
La familia Sackler debe su fortuna principalmente a Purdue Pharma, empresa estadounidense que no cotiza en bolsa y es uno de los laboratorios acusados como responsable del excesivo consumo de medicamentos opioides en Estados Unidos.
"Los administradores de la Fundación Sackler tomaron la difícil decisión de suspender temporalmente toda nueva donación filantrópica, aunque seguirán honrando los compromisos ya adquiridos", anunció
Theresa Sackler, presidenta de la fundación, en un mensaje publicado en su página web.
La semana pasada, un prestigioso museo londinense, la National Portrait Gallery, rechazó una donación de un millón de libras hecha por la Fundación Sackler. Otras instituciones culturales británicas la imitaron, entre ellos la Tate Gallery.
La fundación afirma haber donado más de 60 millones de libras a organizaciones del Reino Unido desde 2010, según informa The Guardian.
La presidenta de la organización se declaró "profundamente entristecida" por la crisis de opioides en Estados Unidos y negó con firmeza "las falsas acusaciones hechas contra la empresa y varios miembros de la familia Sackler".
"La atención de la prensa actual que están generando estos casos legales en los Estados Unidos ha creado una presión inmensa sobre las instituciones científicas, médicas, educativas y artísticas aquí en el Reino Unido, grandes y pequeñas, que estoy muy orgullosa de apoyar. Esta atención los distrae del importante trabajo que realizan", añadió.
El Presidente Donald Trump declaró la crisis de opioides como emergencia de salud pública: unos 2,4 millones de estadounidenses son adictos a estos fármacos y como consecuencia 90 de ellos mueren cada día.