La cadena de televisión británica
ITV anunció que
suspendió de forma indefinida un popular programa de entretenimiento, después de conocer que
uno de los invitados se quitó la vida tras participar en él.
Los responsables de la cadena informaron que el espacio conocido como "Jeremy Kyle Show", dejará de emitirse por ahora y que han abierto una investigación para aclarar lo ocurrido.
Indicaron que el personal de la cadena y el equipo de producción del programa, están "conmocionados y tristes" por la muerte y que el episodio en cuestión será revisado.
El "talk show", uno de los más conocidos en Gran Bretaña, se emite desde 2005 y se centra en la aparición de invitados que acuden a contar sus historias personales ante el público del estudio y los telespectadores.
En varias ocasiones los presentes se involucran en disputas, a veces duras, a menudo con un detector de mentiras y pruebas de ADN.
Precisamente en el capítulo cuestionado, un hombre de 63 años se sometió a una prueba con un detector de mentiras, para probar a su mujer que no le había sido infiel.
Según publicó hoy el diario The Sun, la relación se rompió después de que el aparato afirmase que el hombre mentía, lo que habría podido influir en que, una semana después de la grabación del programa, se quitara la vida.
La cadena señaló que el episodio, grabado el 2 de mayo, no se emitirá y borró el resto de contenido asociado de su servicio bajo demanda, mientras se lleva a cabo la investigación.
El caso ha generado gran expectación entre la opinión pública y hay una fuerte corriente que insta a que ITV lo elimine de forma definitiva.
El diputado conservador en el Parlamento británico Damian Collins, presidente del comité de Medios, dijo que las cadenas de televisión "tienen el deber de cuidar a las personas que participan en sus programas".
Por su parte, el también parlamentario del Partido Conservador Simon Hart lo describió como "un programa de televisión que se deleita en la terrible desgracia de la gente y, a veces, en sus vulnerabilidades".
No es la primera vez que el programa genera polémica. En 2007, un juez lo comparó con las peleas de gallos, después de que un invitado fuera condenado por ataque tras una pelea en el set durante la filmación de un episodio.