El holandés Duncan Laurence ganó este domingo la 64ª edición del Festival de
Eurovisión, entrega que puso fin a una ceremonia celebrada en la costa israelí, y que también incluyó una actuación de
Madonna y una dosis de controversia.
Lo anterior pues varios medios locales captaron la imagen de dos bailarines de Madonna caminando abrazados en el escenario, con las banderas de Israel y Palestina en sus espaldas durante la actuación de la reina del pop, en un aparente llamado a la unidad.
La cantante interpretó en Tel Aviv su nuevo single, "Future", junto a la estrella estadounidense del hip hop Quavo, y pidió a los fans "no subestimar jamás el poder de la música para unir a la gente".
Por su parte, los integrantes del grupo Hatari, representantes de Islandia, mostraron pañuelos con banderas palestinas durante el anuncio de los resultados.
La diva estadounidense, de 60 años, inició su actuación con su éxito de 1989 "Like a prayer", en un escenario cuya decoración recreaba una iglesia con un coro.
Anteriormente Madonna rechazó los llamados a boicotear la celebración de la 64ª edición del Festival de Eurovisión en Israel de parte de activistas propalestinos, que denunciaban que con este evento musical se buscaba, en su opinión, ocultar las realidades del conflicto palestino-israelí.
En un comunicado publicado en medios estadounidenses esta semana, la reina del pop aseguró: "Nunca dejaré de actuar para acomodarme a la agenda política de alguien ni dejaré de denunciar las violaciones de los derechos humanos, sean donde sean".