Desde lejos parecen ser las lápidas de un cementerio, pero al verlas detenidamente se puede observar que en realidad son mochilas escolares azules agrupadas en hileras.
Se trata de una intervención que realizó la Agencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en la ONU en Nueva York. Según explican, cada uno de los 3.758 bolsos representa a un niño muerto en zonas de conflicto durante 2018.
"Las mochilas de UNICEF siempre han sido un símbolo de esperanza y posibilidad de infancia", dijo la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.
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Fore agregó que a fines de septiembre líderes de todo el mundo se reunirán en la Asamblea General de la ONU para celebrar el 30 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño. "Esta instalación debería recordarles lo que está en juego", enfatizó.
Las mochilas estarán instaladas hasta mañana, y luego continuarán su recorrido para apoyar la educación de niños.
Según el Informe Anual del Secretario General sobre niños y conflictos armados, el año pasado la ONU logró verificar que 12.000 menores fueron asesinados o mutilados en zonas de conflicto. Se cree que el número real es mucho mayor.
