Joaquin Phoenix merece un Oscar. Esa es la sensación que queda tras ver la esperada película "Guasón" del director Todd Phillips, quien dio un giro alucinante al gran villano de Ciudad Gótica en favor de DC Comics.
El intérprete estadounidense tres veces nominado a la estatuilla dorada, ofrece una actuación magistral que
hace brillar al antihéroe en medio de una historia oscura marcada por la violencia y la hostilidad de una sociedad disconforme.
Con un rostro delgado, una piel desgastada y un cuerpo que registra una vida de sufrimiento, Arthur Fleck (Phoenix) se muestra en una transición hacia ser el Guasón mientras toma siete medicamentos al día y se esfuerza por contener su risa que es "una enfermedad".
Sus sueños de ser comediante se van desplomando y sus cercanos no le están facilitando el lidiar con su trastorno mental, lo que terminará en un absoluto caos. En medio de ese derrumbe se ubica en un lugar privilegiado el presentador Murray Franklin (Robert de Niro), otrora ídolo para Arthur que pagará las consecuencias de un "comportamiento adecuado".
Convertido por la sociedad en un ídolo de la venganza contra los ricos, Guasón irá aumentando sus ánimos de destrucción que ponen en la mira -siguiendo a los cómics- a la familia Wayne liderada entonces por el padre de Bruce, Thomas.
Foto: EFE
Los pasos del villano se inundan de seguridad y comienzan a ir al ritmo de la música, mientras el cuerpo de Phoenix parece contorsionarse de un lado a otro para entregar un ambiente aún más pavoroso. Entre su expresividad corporal, verbal y esa risa con la que logró dar, la interpretación del actor es simplemente alucinante.
Con la cinta ya en cartelera nacional y a un día de su estreno en Estados Unidos, solo queda esperar que "Guasón" aumente sus galardones con distinciones en los Globo de Oro, los SAG y la edición número 92 de los Premios Oscar.